La solicitud de colaboración de la Fiscalía a las autoridades nicaragüenses en el caso del coligallero baleado en Crucitas de Cutris de San Carlos ha puesto de relieve la complejidad y la confusión que rodea este incidente. Inicialmente, la versión oficial de la Fuerza Pública indicaba que el hombre había fallecido tras un enfrentamiento en el cual un oficial le disparó en legítima defensa, alegando que el individuo iba a agredirlo con un machete.
Sin embargo, el relato oficial cambió drásticamente el lunes, cuando la Policía admitió que no había certeza sobre el estado del individuo y que, debido a un disturbio en la escena, no pudieron asegurar la presencia del cuerpo o de la persona herida. Según los informes, el individuo habría sido sacado del país antes de que las autoridades pudieran verificar su estado.
Ante esta situación, la Fiscalía ha tomado medidas para esclarecer los hechos, solicitando la colaboración de Nicaragua para llevar a cabo la autopsia necesaria en este caso. Esta solicitud refleja la seriedad con la que se está abordando la investigación y la determinación de llegar a la verdad sobre lo ocurrido en Crucitas.
El vocero de la Cruz Roja, Ricardo Arias, también confirmó la presencia de un paciente herido de bala en el lugar del incidente, aunque este ya no presentaba signos vitales al momento del acceso de los socorristas. Este último detalle añade otro elemento a la compleja trama de este caso, que sigue siendo objeto de intensa atención y escrutinio por parte de las autoridades y la opinión pública.