El manigordo, también conocido como ocelote (Leopardus pardalis), es un felino nativo de las selvas tropicales de América, incluido Costa Rica. Este animal es conocido por su pelaje característico, marcado por rosetas y manchas que le permiten camuflarse eficazmente en su entorno.
El ocelote es carnívoro y su dieta consiste principalmente en pequeños mamíferos, aves, reptiles y anfibios. En algunas zonas también caza presas más grandes, como monos pequeños o ciervos jóvenes. Es un cazador nocturno y solitario, lo que le permite aprovechar el factor sorpresa y emboscar a sus presas.
La reproducción del manigordo ocurre durante todo el año, aunque se ha observado que en algunas regiones pueden tener picos reproductivos en la temporada de lluvias. Después de un período de gestación de aproximadamente 79 a 85 días, la hembra da a luz a una o dos crías en un refugio seguro, como una cueva o un hueco en un árbol. Las crías nacen ciegas y dependen completamente de su madre durante las primeras semanas. Alcanzan la madurez sexual entre los dos y tres años de edad.
Zonas donde habita
En Costa Rica, el manigordo habita en una variedad de ecosistemas, desde bosques tropicales húmedos hasta bosques secos y zonas montañosas. Se le puede encontrar en áreas protegidas como el Parque Nacional Corcovado, el Parque Nacional Tortuguero y la Reserva Biológica de Monteverde. Aunque prefiere áreas densamente arboladas donde puede cazar con facilidad, también se ha adaptado a vivir en zonas más abiertas, siempre que haya suficiente cobertura vegetal.
El manigordo es un felino solitario y territorial, lo que significa que cada individuo ocupa grandes extensiones de tierra. A pesar de su adaptabilidad, la pérdida de hábitat y la caza furtiva son amenazas importantes para su supervivencia en la región.
El manigordo (ocelote) está clasificado como una especie «Casi Amenazada» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lo que significa que, aunque no está en peligro inmediato de extinción, sus poblaciones están en declive debido a varios factores.
Amenazas Principales
- Pérdida de Hábitat: La deforestación y la fragmentación del hábitat, causadas por la expansión agrícola, la urbanización y la tala ilegal, son las principales amenazas para el manigordo. Estos cambios en el paisaje reducen las áreas donde el felino puede vivir y cazar, y también lo exponen más a los seres humanos.
- Caza Furtiva: Aunque está protegido por leyes en muchos países, incluido Costa Rica, el manigordo sigue siendo cazado ilegalmente por su piel, que es altamente valorada en el mercado negro, y en ocasiones es capturado o matado por ganaderos que lo ven como una amenaza para su ganado.
- Colisiones con Vehículos: Como muchos animales en zonas en desarrollo, los manigordos a menudo son víctimas de colisiones con vehículos, especialmente en carreteras que atraviesan áreas forestales.
- Conflicto con Humanos: La expansión de las actividades humanas en las áreas donde vive el manigordo ha aumentado los encuentros con los seres humanos, lo que a veces resulta en su muerte para proteger el ganado o como represalia.
En Costa Rica, hay esfuerzos importantes para proteger al manigordo mediante la creación de áreas protegidas y la implementación de corredores biológicos que permiten a los animales moverse libremente entre fragmentos de bosque. Además, las leyes prohíben la caza de ocelotes, y las organizaciones de conservación están trabajando en la educación y sensibilización para reducir los conflictos entre humanos y la fauna silvestre.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la presión sobre sus hábitats sigue siendo una preocupación, y la necesidad de medidas de conservación más amplias es crucial para garantizar la supervivencia de la especie en el país.
Fotos por Centro de Rescate y Santuario las Pumas