Nicaragua: 4 niños ahogados en ríos crecidos el viernes

El pasado viernes fue un día trágico para tres familias nicaragüenses que perdieron a sus hijos en ríos crecidos debido a las lluvia

El viernes después de 5 horas de búsqueda fue encontrado el cuerpo del niño Kevin Trinidad Sotelo Pérez de 10 años, que fue arrastrado la tarde del viernes por las corrientes de un río en la comunidad Chaguitillo, municipio de Villa Sandino, Chontales.

El pequeño en compañía de su mamá Rosibel Pérez López y su papá Francisco Sotelo se dirigían a su casa de habitación, y al cruzar la quebrada El Bosque, propiedad del señor Dionisio Moraga, fueron arrastrados por las fuertes corrientes, que les arrebató de las manos al menor.

A las 10 de la noche fue encontrado el cuerpecito del niño por lugareños de la zona a varios kilómetros de la tragedia.

También la tarde-noche de este viernes, un suceso conmocionó al municipio de Belén, Rivas, cuando el pequeño Dereck Arias Molina, de solo 8 años, fue arrastrado por la corriente de un cauce crecido.

Según relatos de los familiares, el niño había manifestado su deseo de ir a casa de su abuela. A pesar de que en dos ocasiones fue detenido y se le advirtió que no saliera, en un descuido Dereck salió de su casa montado en su bicicleta. Con el paso de los minutos, los familiares comenzaron a preocuparse y decidieron llamar a la casa de la abuela para verificar si el menor había llegado. Sin embargo, la abuela informó que no lo había visto. Los hermanos de Dereck salieron a buscarlo. al no encontrarlo, uno de ellos decidió asomarse al cauce del río y lamentablemente encontró el cuerpecito del menor. Dereck era hijo de destacados profesionales de la educación y la salud en el municipio de Belén. Madre y padre estaban trabajando a la hora de la tragedia.

Por otra parte, lo que comenzó como una tarde de alegría para celebrar un cumpleaños terminó en tragedia en la comunidad Kamusasca, Villa Sandino, Chontales.

Dos niñas, Luz Mari Rodríguez Huete, de 9 años, y Frania Marín, de 11 años, fueron arrastradas por las furiosas corrientes del río mientras intentaban regresar a sus hogares.

La creciente repentina del río sorprendió a las pequeñas, quienes, confiadas tras ver a sus madres cruzar sin problema, decidieron seguirlas.

Sin embargo, el agua no les dio tregua. En medio de gritos de desesperación, las niñas desaparecieron bajo las corrientes. Hasta ahora, no han sido localizadas, y la búsqueda continúa.

Los cuerpos de las menores fueron hallados ayer sábado

Por Primerísima Nicaragua