Un niño en Río San Juan fue atendido de urgencia luego de que se le extrajeron 102 larvas de gusano barrenador del oído.
Este es uno de los tres casos registrados de infestación por gusano barrenador en humanos en Nicaragua, todos tratados a tiempo. Ricardo Somarriba, director ejecutivo del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), explicó que la infestación puede propagarse rápidamente, ya que la mosca que deposita estas larvas puede volar hasta 20 kilómetros.
Para controlar la emergencia, se desplegó un equipo inicial de 120 veterinarios, que luego aumentó a 180, cubriendo un cordón sanitario en la zona afectada de Río San Juan.
La presencia del gusano barrenador implica un serio riesgo tanto para animales como para humanos, ya que consume tejido vivo y puede perforar órganos, lo que podría llegar a ser fatal.
Por Primerísima Nicaragua