Junto con el SINAC redoblamos esfuerzos para evitar la extinción del pez gaspar
• El gaspar o “pejelagarto” convivió con los dinosaurios y ahora los seres humanos son su peor amenaza.
• Las 24 horas, policías, guardaparques y vecinos protegen al pez gaspar durante la temporada de desove.
Aunque ha habitado este planeta por millones de años y sobrevivió a la extinción de los dinosaurios, el pez gaspar (Atractosteus tropicus), conocido también como pejelagarto en otros países, enfrenta hoy su mayor amenaza: el ser humano.
Para proteger a esta especie considerada un “fósil viviente” por su morfología ancestral, la Fuerza Pública y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) han intensificado los operativos en la Zona Norte de Costa Rica, especialmente en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Caño Negro, durante su delicada temporada de desove.
Vigilancia intensiva durante la temporada de desove
Desde marzo hasta agosto, periodo en el que el pez gaspar se vuelve más vulnerable debido a su proceso reproductivo, las autoridades han establecido una veda para prohibir su captura, venta y comercialización.
Durante estos meses, oficiales de la Fuerza Pública, guardaparques del SINAC y vecinos comprometidos realizan patrullajes constantes en las zonas más críticas, como los márgenes de la laguna Caño Negro y áreas aledañas, que se inundan con la llegada de la temporada lluviosa y se convierten en sitios de desove para el gaspar.
Acciones para proteger al gaspar
El operativo incluye:
• Patrullajes fluviales y terrestres en las áreas protegidas.
• Controles en carreteras para evitar el transporte ilegal de esta y otras especies en veda.
• Inspecciones en bares, restaurantes y comercios para detectar venta ilegal.
• Sensibilización a la comunidad local sobre la importancia de la conservación de la especie.
Durante los primeros días de la veda, las autoridades reportaron importantes hallazgos:
• La localización y retiro de un chinchorro de 40 metros con pesas de cemento, utilizado ilegalmente para la captura del pez.
• La liberación de 14 ejemplares de gaspar de aproximadamente 12 centímetros, atrapados en artes de pesca.
• La liberación de 40 guapotes y 10 mojarras, atrapados en los mismos implementos ilegales.
• La incautación de cinco atarrayas utilizadas para la pesca ilegal en los días previos a la veda.
Un compromiso de todos
La protección del pez gaspar no solo depende de las autoridades, sino también del compromiso de la comunidad. Por eso, se ha hecho un llamado a los vecinos y visitantes de la región para respetar las normas de conservación y denunciar cualquier actividad ilegal que ponga en peligro a esta especie.
La lucha por evitar la extinción del pez gaspar es una tarea que involucra a todos, garantizando así que esta criatura milenaria continúe habitando las aguas de Costa Rica.
¡Proteger al gaspar es preservar nuestra historia natural!