Escáneres antidrogas llevan más de 7 meses embodegados

Por más de 200 días, dos escáneres donados por Estados Unidos para la detección de drogas han permanecido inactivos, guardados en contenedores en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría. Lejos de cumplir su función para reforzar la seguridad portuaria, los modernos equipos siguen esperando que el Estado costarricense dé el siguiente paso.

Los escáneres llegaron al país durante el último trimestre del 2024 como parte de un esfuerzo de cooperación del anterior gobierno estadounidense, con la intención de fortalecer el control aduanero y frenar el creciente tráfico de drogas desde los puertos y aeropuertos costarricenses.

En su momento, el gobierno del presidente Rodrigo Chaves se comprometió públicamente a ponerlos en funcionamiento en los primeros meses del 2025. Sin embargo, la realidad es muy distinta. A estas alturas, ni siquiera se han desempacado los equipos, y menos aún se ha anunciado una fecha concreta de instalación o capacitación del personal encargado.

Un nuevo plazo, la misma incertidumbre

El ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, trató de justificar el retraso señalando que “el verdadero atraso es que desde el 2023 Costa Rica debió haberlos instalado y hasta que nosotros llegamos lo vamos a instalar”. Además, prometió que los escáneres podrían estar en operación a finales de este año.

Pese a sus declaraciones, no hay evidencia de que los trámites logísticos, técnicos o presupuestarios hayan avanzado con la urgencia requerida. Tampoco se ha dado a conocer un cronograma oficial ni se han detallado las razones exactas del retraso.

¿Qué está en juego?

La inacción no solo retrasa una herramienta clave en la lucha contra el narcotráfico. También pone en entredicho la eficiencia del Estado costarricense para gestionar recursos estratégicos donados por potencias internacionales.

Mientras tanto, toneladas de droga continúan moviéndose por las rutas marítimas y aéreas del país, muchas veces sin ser detectadas. En un contexto en que Costa Rica ha sido señalada como ruta de tránsito para organizaciones criminales, esta omisión podría tener consecuencias graves para la seguridad nacional y la imagen internacional del país.

Falta de voluntad o falta de planificación

Expertos en seguridad y comercio internacional coinciden en que este tipo de tecnología no solo requiere instalación física, sino también coordinación interinstitucional, personal capacitado y mantenimiento continuo. “Tener un escáner no es suficiente. Si no hay un plan de uso y personal capacitado, es como tener un Ferrari guardado en una cochera sin gasolina”, opinó un exfuncionario de la Policía de Control de Drogas que prefirió mantenerse en el anonimato.

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