¡Vivimos nuestra propia guerra!
San José, Costa Rica. El país enfrenta una alarmante ola de violencia que ha encendido las alertas de las autoridades y de la ciudadanía: este fin de semana, al menos 10 personas fueron asesinadas, en crímenes vinculados directamente al crimen organizado, según confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Los homicidios ocurrieron en distintas partes del país, incluyendo Limón, Puntarenas, Alajuela y San José, lo que demuestra que la violencia ligada al narcotráfico y las disputas entre bandas no se concentra en un solo punto, sino que se ha extendido como una mancha de sangre a lo largo del territorio nacional.
Estadísticas alarmantes
De acuerdo con datos del OIJ, Costa Rica cerró el 2024 con un récord de 909 homicidios, la cifra más alta de la historia. En lo que va del 2025, ya se han registrado más de 350 asesinatos, muchos de ellos atribuidos a ajustes de cuentas, control de territorios para la venta de drogas y represalias entre estructuras criminales.
Solo en los primeros seis meses del año, más del 70% de los homicidios están relacionados con el crimen organizado. La mayoría de las víctimas eran hombres jóvenes, muchos con antecedentes por delitos menores o involucrados en actividades ilícitas.
Modus operandi y violencia creciente
La violencia es cada vez más brutal: uso de armas automáticas, ataques a plena luz del día y ejecuciones estilo sicariato, incluso frente a niños o en zonas públicas. Este fin de semana, uno de los casos más impactantes fue el asesinato de dos hombres dentro de un vehículo en Desamparados, con más de 30 impactos de bala.
En otro caso, en la provincia de Limón, una pareja fue acribillada cuando salía de un bar. La Policía no descarta que se trate de una represalia entre bandas por el control de rutas de distribución de droga.
¿Y las detenciones?
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la tasa de impunidad sigue siendo alta. De los 10 asesinatos registrados este fin de semana, solo en tres casos hay personas detenidas, y en uno de ellos se trata de un menor de edad. El Ministerio de Seguridad Pública ha reconocido que muchas veces los testigos temen declarar, lo que dificulta las investigaciones.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, aseguró este lunes que el Gobierno trabaja en reforzar la presencia policial en zonas rojas y en desarticular las bandas criminales mediante operativos conjuntos con el OIJ y la Fiscalía. Sin embargo, también admitió que “la situación es crítica y requiere un abordaje integral y rápido”.
¿Hacia dónde vamos?
El panorama es sombrío. Costa Rica, históricamente considerada una nación pacífica, vive hoy una crisis de seguridad sin precedentes, impulsada por la infiltración del narcotráfico en sectores económicos, sociales y hasta institucionales. Mientras tanto, la población vive con miedo y exige respuestas urgentes.
Las calles, que alguna vez fueron símbolo de tranquilidad, ahora están marcadas por el eco de los disparos y el dolor de familias que pierden a sus seres queridos. La pregunta ya no es si estamos perdiendo la lucha contra el crimen organizado, sino cuánto tiempo más podrá resistir el país antes de que esta guerra silenciosa lo consuma por completo.
