Población de aves se ha reducido a 100 en todo el país y en la Región Huetar Norte. La tala de los árboles de Ceiba, reducen el número de nidos. El año pasado sólo se encontró siete nidos en todo el país.
El Jabirú, el ave acuática más grande del mundo que habita las Cuenca del Río Frío y Caña Negro de Los Chiles se reproduce cada vez menos y está constante peligro de extinción, en su mayoría, por la tala de los grandes árboles de Ceiba, algunos de hasta 40 metros de alto, donde hacen su nidos.
En estos árboles tradicionalmente construyen las grandes plataformas de nidos, que llegan a medir hasta dos metros de largo extendidos en horquetas o ramas a gran altura, lejos de los depredadores y del ruido personas y animales.
Johnny Villareal Orias, biólogo de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), es un estudioso de la población de Jabirú del país.
De acuerdo con el investigador las poblaciones de Jabirú que habitan la zona de Tempisque y la Región Huetar Norte, cada año disminuyen considerablemente por la acción del hombre, y es que estas aves por año sólo sacan dos polluelos que alimentan con peces, ranas y anguilas que sacan de los humedales.
Según Villareal en el año 2015 sólo se contabilizados 44 nidos de Jabirú, nidos que hacen únicamente en árboles de Ceiba y Gallinaza que cumplan las características deseadas para la construcción de estos, ya que aquí año tras año, utilizan la misma estructura para sacar sus polluelo.
Para el año 2017, en todo el país, se registraron, tan sólo, un total de seis nidos con pichones.
Uno de los factores que incrementan, de manera considerable su vulnerabilidad, se presenta durante la época de reproducción. La pareja reproductiva es muy susceptible a perturbaciones provocadas por la presencia humana. La presencia de un número considerable de personas a menos de 100 metros de los nidos, puede provocar el abandono de los nidos, por ambos padres, sin importar la etapa de reproducción: ya sea en la construcción del nido, incubando o alimentando pichones, señala una artículo del Área de Conservación Guanacaste.
Se recomienda no acercarse a un nido a menos de 500 metros, e intentar usar el zoom de los dispositivos tecnológicos que se posea para evitar que la hembras abandonen el nido.
Comisión Nacional del Jabirú
El investigador detalló en el país existe la Comisión Nacional del jabirú, integrada por entes públicos y privados con el objeto de proteger la especie.
Explicó que se trabaja con los finqueros para hagan conciencia de no talar los árboles que utilizan como estructuras de anidamiento, ya que la mayor cantidad de nidos, un 70% se encuentran en fincas privadas, cerca de humedales y muy lejos de las poblaciones humanas.
Estas hermosas aves también podrían verse afectadas por los contaminantes como residuos de plaguicidas, pero no se han hecho estudios en esa dirección. Hoy se sabe que además del hombre, el Jabirú se ve amenazado por una especie de gavilán que caza los polluelos de los nidos.