La Bocaracá, única serpiente venenosa del país que vive en los árboles

Conocida también como Víbora de Pestañas, La Bocaracá (Bothriechis schelegelii), es la única serpiente venenosa de Costa Rica que vive en los árboles en zonas bajas, detalla el Sistema Nacional de Areas de Conservación (SINAC).

En la Región Huetar Norte, es común encontrárseles en áreas boscosos de tanto de la bajura como en bosques de las partes algas.

Según el Sitio Biodiveridad y Poco de Todo la distribución de Bothriechis schlegelii abarca desde el sur de México hasta Centroamérica; y en América del Sur.

Habita en los bosques húmedos tropical y subtropical, desde el nivel del mar a altitudes variables que pueden llegar a ser los 2640 m. Aunque prefiere áreas con poco grado de alteración como bosques primarios y secundarios, también puede encontrarse en áreas urbanas, rurales y forestales.

Presenta una gran diversidad de patrones de color y en la parte superior de sus ojos sobresalen dos escamas que parecen pestañas.

No es agresiva pero reaccionará si se le molesta. Así que, si tiene la suerte de observar alguna vez, esta belleza, por favor aléjese y no le haga daño. Ella también cumple una función importante en la naturaleza.

La Bocaracá es una de las serpientes venenosas más pequeñas en América Central. Puede alcanzar los 96 centimetros de longitud total, aunque el valor promedio de los adultos es de 56-81 centímetros. Las hembras, no obstante, tienden a ser más largas y robustas que los machos.

Para la cópula las colas de la pareja se cuelgan de una rama, y se entrelazan hasta que las cloacas entran en contacto. La cópula puede durar unas tres horas.

Las hembras son ovovivíparas y la gestación dura unos seis meses. La serpiente hembra conserva los óvulos fertilizados dentro de su cuerpo, donde cada embrión en desarrollo se encuentra dentro de una membrana fibrosa y se nutre de su yema.

Cuando están completamente desarrollados, o salen de la membrana del huevo dentro del oviducto o eclosionan justo después de que la madre ponga los huevos membranosos. Por lo general, la camada es de 6 a 12 neonatos, aunque se han llegado a registrar hasta 20. Los recién nacidos miden entre 15 a 18 centímetros de largo y alcanzan la madurez sexual en menos de tres años.