Hoy 09 de noviembre es el aniversario 5 de la muerte del uno de los los “arquitectos sociales ” y visionario más grande que ha tenido San Carlos . Tenía 101 años cuando murió .
Entre lágrimas y recuerdos miles le dieron el último adiós a Monseñor Eladio Sancho Cambronero, de 101 años, (Padre Sancho) para muchos el arquitecto social y visionario más grande que ha tenido San Carlos.
El día del funeral del Padre Sancho, Antonio Serrano de 81 años, sancarleño, madrugó un poco más de lo acostumbrado para ir a darle el último adiós al hombre que lo casó hace más de 60 años y que bautizó a dos de sus hijos.
Atravesó el pasadizo central de la catedral ayudado con sus muletas y sólo se detuvo cuando estuvo frente féretro, para mirar por última vez el rostro del sacerdote que yacía en un ataúd de madera frente al altar. Con mirada triste lo vio unos segundos y se despidió para dar paso a una multitud de gente arremolinaba para verlo.
No tiene palabras para expresar lo que siente por Monseñor, por eso no dice mucho, sólo suelta un suspiro y se retira en medio de la muchedumbre.
Un día antes del sepelio, doña Nora Jiménez, de 87 años, otra amiga del Padre, también vino a despedirse de él, ella también no encuentra palabras para expresar todo lo que siente, sólo alcanza a decir que fue un hombre muy bueno y se sienta a orar en una de las bancas de la catedral.
El cuerpo que anduvo a lomo de bestias por todos los rincones de San Carlos, pidiendo animales y bienes para construir la Catedral e invitaba a los sancarleños a sus famosos turnos de domingo, yace inmóvil dentro del ataúd, su alma ha regresado al Padre.
Monseñor Eladio Sancho Cambronero, el “arquitecto social” y visionario más grande que ha tenido San Carlos, ha muerto, pero dejó más de 20 obras para bien que perdurarán, entre ellas, la catedral, para él, la principal,
Año y medio antes de su muerte se vino a vivir a Ciudad Quesada, dijo que regresó, para morir en la tierra más bella de todo el país. Vivía con su hermana Hortensia en San José, desde hacía más de 30 años, hasta que ésta murió.
De regreso al cantón dijo que anhela morir para ver cara a cara a Dios porque su obra había concluido, que todo lo que tuvo que hacer ya lo hizo, que no le quedó nada por hacer.
“Cuando muera quiero que la gente me recuerde como aquel que ha amado mucho San Carlos”, expresó Sancho que nació en Palmares de Alajuela, pero que la mayor parte de su vida la pasó aquí.
“Ya no tengo nada, me siento libre y lo que tengo ya lo doné a la Iglesia, nunca recibí paga por lo que hice. Oro todos los días para santificarme aquí en la tierra”, expresó en una entrevista concedida a este medio cuando cumplió 100 años.
Murió en el día del Señor
Cuando eran las 7:30 a.m, del domingo 09 de noviembre el Padre Sancho murió en una camilla de hospital San Carlos. Dice su sobrino Roberto Sancho, que lo cuidaba desde hace dos años y medio, que sólo alzó la mirada y murió silenciosamente, anhelaba morir para verle la cara al Padre.
“Yo no he llorado por la muerte del Padre, fue un regalo haber estado sirviéndole a un santo y en la casa de Dios, porque él tenía un altar en mi casa donde oficiaba misa”, expresa Roberto, su mano derecha, y al cual, le dijo que allá en el cielo lo esperaba para recibirlo junto a su hijo Emanuel y su esposa Vera Vega.
Ya en el sepelio, en el sótano de la catedral, donde Monseñor pidió ser enterrado y donde dejó prevista su tumba cuando se construyó el templo, Roberto no aguantó más y soltó el llanto por la partida de lo que él llamó, un santo, junto al Obispo José Manuel Garita y algunos sacerdotes presentes, a viva voz, pidió la intersección de Monseñor para que hayan más religiosos y sacerdotes, expresaba esto, mientras el sepulturero le daba los últimos repellos de cemento a la puerta del nicho, justo al lado de Monseñor Oswaldo Brenes, quien falleciera hace apenas un año.
Monseñor estuvo dos días expuesto en la catedral para que los conocidos le dieran el último adiós, a este gran hombre. Miles pasaron para mirarle el rostro por última vez, estaba vestido con una túnica de obispo color negro con listas rojas.
Decenas de sancarleños, amigos y familiares acudieron a la misa del funeral del Padre Sancho, incluidos estudiantes del Colegio María Inmaculada, del Colegio Agropecuario de San Carlos y de la Escuela Técnica Agrícola, tres de las obras fundadas por él.
En la eucaristía, presidida por los obispos Ángel San Casimiro, José Rafael Barquero, José Manuel Garita y varios sacerdotes, seis jóvenes del Colegio Agropecuario, vestidos de vaqueros hicieron guardia de honor junto féretro de Monseñor.
En las primeras bancas estaban cuatro de los hermanos del padre, incluido don Humberto Sancho, su hermano mayor de 105 años, al cual, el Padre dejó dicho en su testamento que le dejaba ¢6 millones, pero esto, si él, moría primero.
En la homilía, Monseñor José Manuel Garita dijo que el Padre Sancho, al cual describió como bonachón, bondadoso y visionario, ya estaba cansado y quería regresar a los regazos del Padre.
Dijo que Sancho fue un hombre con sensibilidad social y agradeció a los que en vida le hicieron justos homenajes, incluida una escultura al frente de la catedral, catedral que construyó con 24 turnos y durante 24 años, luego de hacer grandes recorridos a caballo por todo el cantón, para recaudar fondos.
Las obras sociales del padre Eladio Sancho Cambronero, han trascendido con el tiempo y son el fruto de toda una vida dedicada al trabajo incansable por los que menos tienen.
Sancho se ordenó sacerdote en 1938 y llegó a San Carlos en el 1950, Monseñor Sanabria lo mandó por dos meses a sustituir al padre Fernando Ramírez y como él dice, se quedó para siempre. Recién, había llegado de Norteamérica donde estudió economía y cooperativismo, ideas y conocimientos que posteriormente sembraría en la población sancarleña.
Apenas llegó a esta tierra se lanzó a conquistar San Carlos y a trabajar para emprender grandes obras que aún perduran, por eso, no se quedó con la prédica en el púlpito, sino que se arrolló la sotana, se montó a caballo y comenzó a recorrer el cantón, en busca de recursos para sus obras y llevar el mensaje de amor de Jesucristo.
«El diseño de la catedral fue idea mía, está hecho sin pilares. Fue creado así para expresar a un “Cristo céntrico”, o sea, que todo gire en torno a Cristo”, Padre Sancho.
“Nunca he tenido miedo de nada, porque todo lo he dejado en manos de Dios, tampoco nunca me he sentido triste ni solo”, ¡yo, miedo a la muerte!, ¡jamás!, Padre Sancho
Fechas importantes en la vida Monseñor
1914. El 04 de enero nace en Buenos Aires de Palmares de Alajuela, Monseñor Eladio Sancho, hijo de Eustaquio Sancho Quesada y Dolores Cambronero Chaves.
1938. El 20 de noviembre Monseñor Víctor Manuel Sanabria lo ordena sacerdote
1939-1946. Trabaja como misionero en la Región Sur de Costa Rica.
1946-1948 cursa dos años de estudios económicos y sociales en la Universidad de Missouri, Estados Unidos.
1948. Es encargado de la administración de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Cartago.
1950. El 30 de diciembre llega a Ciudad Quesada, fue nombrado auxiliar del padre Fernando Ramírez por el obispo de Alajuela Juan Vicente Solís Fernández.
1951-1979. Empieza la construcción de la catedral de Ciudad Quesada y 40 ermitas y oratorios
1953-1976. Ocupa el lugar de cura encargado de la Parroquia de Ciudad Quesada
1954 Visita algunos países de Europa.
1957. Da inicio proyecto Colegio María Inmaculada.
1959. Viaja a Estados Unidos en busca de los Padres Benedictinos.
1962. Inaugura el Colegio Agropecuario.
1968. Comienza a desempeñar el cargo de Delegado Especial de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.
1969 Impulsa la Escuela Técnica Agrícola de Santa Clara, de nivel intermedio.
1973. Recibe Premio de la Universidad Católica de América en Washington.
1983. Crea el proyecto de Radio Santa Clara.
1992. Crea el Fondo para los Pobres.
1995. Crea la Posada de Belén.
1996 Crea la obra Hogar de Niños Baik en Cartago.
1996 Desde Roma se le da la distinción honorífica de Capellán.
1998. Funda la Escuela Técnica Agrícola e Industrial a nivel superior.
1999. Constituye el Fondo de Vocaciones Sacerdotales de la Diócesis de Ciudad Quesada.
Fuente: Tomado del libro “Un Apóstol Visionario”. Año 2004
Ver también. «Hice todo lo que tenía que hacer» https://wordpress.com/block-editor/post/elnortehoy.wordpress.com/2210