El oso perezoso, este animalito propio de nuestros bosques, mantiene una estrecha relación de simbiosis con las polillas que viven en su pelaje.
De acuerdo a un artículo publicado en Proceedings of the Royal Society B, dicho oso, defeca sólo una vez a la semana y baja de un árbol para hacerlo,
Cuando el animal desciende, según los científicos en su estudio, las polillas que se encuentran alojadas en su piel ponen sus huevos en el estiércol, donde las larvas se desarrollan antes de emerger como adultos y volar hacia arriba en el árbol para unirse al resto de la colonia en el pelaje del perezoso.
De acuerdo con el estudio, las polillas actúan como un tipo de abono, aumentando los niveles de nitrógeno en la piel del perezoso, que a su vez impulsa el crecimiento de algas. La fuente puede que sean pequeñas cantidades de estiércol traídas desde el suelo por los insectos.
Entre el pelaje del perezoso existe una serie de grietas que se llenan de agua de lluvia y que las algas utilizan para crecer con hidroponía. Esto crea todo un vergel en la piel de estos animales que, al mismo tiempo, le sirve para variar su limitada dieta, a base de hojas.
Apoyar el ciclo de vida de las polillas puede explicar porqué los perezosos de tres dedos poseen una alta fidelidad a un sólo tipo de árboles y una marcada voluntad en evacuar o defecar semanalmente, lo que para un perezoso es lo más peligroso de vivir en el bosque, aporta el estudio.
Comentan los autores de la investigación que esta compleja simbiosis consolida aspectos fundamentales de la historia y comportamiento de los perezosos, reforzando la propia pereza de estos simpáticos animales.
Video de Proyecto Asis en la Fortuna, San Carlos.