Un grupito de miembros de la Regional del Colegio de Abogados de San Carlos,viajó más de tres horas desde Ciudad Quesada, San Carlos, hasta Cureñita, línea fronteriza con Nicaraguas por el Río San Juan, para llevar alegría unos 100 niños de esa comunidad olvidada.
La lluvia que imperó este fin de semana no impidió a estas buenas personas adentrarse a hasta esta comunidad alejada y transitar más de un kilómetro por un camino lleno de barro, con el fin llevar regalitos a los niños de esas comunidades.
Esteban Coto, director Regional del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), y miembro de dicho Colegio vestido de «colacho», mojado y con barro en el traje logró llegar hasta las humildes viviendas de esas familias, durante años olvidadas por los gobiernos de turno.
Ahí esperaban con mucha ilusión la fiesta de navidad más de cien niños y niñas de humildes familias aledañas a la Trocha.
Según nos contó Evaristo Arce, regidor sancarleño, aquí no hay un camino digno, agua potable, servicio de autobus, ni señal telefónica, lo que si hubo fue alegría y felicidad navideña al recibir regalos, piñata y la compañía de los miembros del Colegio de Abogados quienes por un buen rato les hicieron olvidar las penurias diarias propias de una comunidad alejada y olvidada.
«Este año no fue nada fácil la llegada de Abogados a esa comunidad fronteriza ,el día era muy lluvioso, casi tres horas desde Ciudad Quesada hasta Cureñita, y luego caminar un kilómetro por un camino estrecho de lodo y agua, resbalones y caídas», expresó el regidor.
Contó Arce que de los trillos salían las familias con sus niños batiendo barro, pero con una sonrisa en sus caritas y con mucha felicidad.
Dijo que fue un toda una satisfacción para quienes hicieron posible hacer una navidad de bien social.
Al abogado Esteban Coto, vestido de San Nicolás, algunos niños con tímida curiosidad ligeramente le tocaban la barba.
