El armadillo o también conocido como cusuco, es un mamífero habitante de las llanuras del norte de Costa Rica. Es una especie, cuya hembra pare de 4 a 5 hijos todos del mismo sexo e idénticos; la madurez se alcanza en uno o dos años.
Posee una coraza en su cuerpo pero que se desplazan rápido. La armadura ósea es fina y está cubierta de entre 5 y 9 anillos duros, cubriendo la parte posterior de su cabeza y su espalda. Normalmente se cierran cuando perciben peligro o para dormir. Posee garras parecidas a uñas que las utilizan para excavar la tierra y construir sus madrigueras.
Miden entre 50 y 60 cm, y pesa entre los 4 y 5 kilos. Su coloración es oscura, negra con zonas blancas y beis.
Es un animal de hábitos nocturnos, solitario y sigiloso. Es un excelente excavador y se han encontrado madrigueras de hasta 8 metros de largo y de 2 de profundidad. La madriguera suele tener una gran cantidad de material para su nido, se ha observado los armadillos transportando vegetal en sus patas delanteras mientras que van saltando con las traseras.
La dieta del armadillo consiste primordialmente de insectos y de larvas ,aunque también incluyen frutas,bayas,hongos,caracoles,babosas,lombrices,mil pies ,cien pies y vertebrados pequeños.
Se distribuye por todo el país hasta los 1.500 metros de altitud.
No es una especie excesivamente amenazada aunque su carne se consume y su caparazón se utiliza para confeccionar adornos.
Las dos subespecies que habitan Costa Rica son: Dasypus novemcinctus fenestratus y Dasypus novemcinctus hoplites.
Viven en bosques secos, bosques húmedos, sabanas arboladas, bosques riparios, bosques secundarios, cultivos de café.
Distribución por América
Se distribuye del norte al sur de américa al oeste de los Andes a Uruguay y Argentina incluyendo las islas de Grenada, Trinidad y Tobago. A elevaciones de 1500 mettros
Se encuentra en una gran variedad de hábitats, desde el bosque nuboso y en los bosques tropicales húmedos de montano y pluviales de bajura,hasta los potreros y los bosques y los arbustos espinosos.
Este animalito es cazado como alimento por campesinos e indígenas. Existe cierta creencia en cuanto a la eficacia de su manteca para el tratamiento del asma.
En un estudio publicado en la revista PLOS Neglected Tropical Diseases, los investigadores determinaron que el 62 por ciento de los armadillos de nueve bandas del estado brasileño occidental de Pará mostraban síntomas de exposición a la bacteria que provoca la lepra, también conocida como enfermedad de Hansen.
Es más, el estudio determinó que las personas que consumen carne de armadillo de nueve bandas con más frecuencia muestran concentraciones superiores de anticuerpos contra la la lepra en sangre, lo que sugiere una sólida correlación entre cazar, manipular y comerse a estos animales y contraer la enfermedad.