Científico sancarleño es parte de investigación europea que busca vida en Marte

“Si hay vida en la tierra bajo estas condiciones tan extremas, ¿por qué no pensar en la posibilidad de vida en Marte?”, afirmó el costarricense

El científico sancarleño, Alejandro Arce Rodríguez, es uno de los investigadores de la Universidad Técnica de Braunschweig en Alemania que ha trabajado en la búsqueda de señales de vida en otras lunas y planetas del Sistema Solar, detalla un artículo publicado por el TEC, Costa Rica.

El sancarleño es graduado del Tecnológico de Costa Rica (TEC) en la carrera de Ingeniería en Biotecnología, en conjunto con otros 15 científicos, toman muestras de vida en lugares extraordinarios del planeta, donde las condiciones de vida son extremas para el afloramiento de casi cualquier organismo vivo, detalla el TEC.

En este caso, la investigación se realizó en la franja pirítica ibérica al sur de España, lugar de donde fluye el popular río Tinto. Este es el lugar más parecido a Marte en la Tierra, y donde el paisaje parece el escenario de una película de un mundo extraterrestre.

A pesar de la acidez del río y la cantidad de metales pesados, en él habitan microorganismos, algas y hongos.

6 años de investigación

Tras seis años de investigación, los resultados fueron “sorprendentes”; y publicados en la revista científica Proceedings of the National Academy of Science of the United States of America, una de las más prestigiosas a nivel mundial.

“El gran descubrimiento es que el óxido de hierro y el ácido sulfúrico característicos del agua que dan el color rojizo al río Tinto, son producidos por formas de vida subterránea en los poros de la roca, dijo el ingeniero al Tec.

“Presumimos que a partir del hidrógeno que consumen las cianobacterias como fuente de energía, se generan otros tipos de fuente de energía, nitrógeno o carbono, que es utilizada para que puedan vivir otros microorganismos, en el flujo del río Tinto”, explicó.

En la actualidad, Marte no es el único cuerpo del Sistema Solar que llama la atención de los investigadores; también lo hace la luna de Saturno, Titán, o la luna de Júpiter, Europa, las cuales se han convertido en objetos de estudio para los astrobiólogos.

Artículo publicado por Tec