Modelo de pulpería virtual llamada “La Pulpe Digital” moderniza a pequeños comercios en tiempos de cuarentena por crisis del COVID-19.
Hasta el momento 63 comercios de la provincia son parte y la plataforma busca a más comerciantes que no tengan la posibilidad de desarrollar tecnología propia de venta en línea.
30 de estos comercios corresponden a las zonas de Zarcero, San Carlos, Upala y Los Chiles
Las pulperías, abastecedores, minisúpers y otros comercios ocupan un lugar relevante en las dinámicas de consumo de productos y por ello, FIFCO desarrolló la plataforma denominada La Pulpe Digital www.lapulpedigital.cr que como objetivo conectar al consumidor final con el comercio más cercano a su ubicación, con el fin de ofrecer una experiencia de compra sin necesidad de salir de sus hogares en tiempos de cuarentena.
La Pulpe Digital busca convertirse en la plataforma web de pequeños comerciantes de la provincia y de todo el país que no tienen la posibilidad de desarrollar tecnología de venta en línea. El sistema, diseñado por la empresa Loymark, utiliza la geolocalización y una base de datos de productos y oferentes en todo el país, facilitando la conexión entre consumidores y comercios.
Tras su lanzamiento, la plataforma tiene al momento presencia en 5 de las 7 provincias del país con un total de 209 puntos de venta. Actualmente, en la provincia de Alajuela y zona norte se han visto beneficiados 63 comercios detallistas, entre ellos Super Cruce en La Tigra, Super Sancarleño en Ciudad Quesada y Abastecedor El Pueblo en Aguas Zarcas.
La empresa está haciendo un llamado a comerciantes de la provincia para que aprovechen esta la iniciativa gratuita. Los puntos de venta de todo el país que quieran integrarse a la iniciativa de la Pulpe Digital, deben ponerse en contacto con el respectivo agente de ventas de FIFCO o llamar al centro de contacto 800-FLORIDA.
Como explica Gisela Sánchez, Directora de Relaciones Corporativas de FIFCO, “La Pulpe Digital demuestra nuestro compromiso con el comercio nacional, especialmente con esos negocios pequeños que pueden ofrecer sus servicios a muchos costarricenses y que solo necesitan un empujón tecnológico. Esta plataforma no es un sistema de e-commerce como tal, puesto que lo que se busca es que la transacción no se realice a través de FIFCO, sino que la relación comercial se mantenga directamente entre el consumidor y el punto de venta. El propósito no consiste en suplantar al detallista en su función social y económica, sino, por el contrario, facilitar a los pequeños comercios las herramientas tecnológicas para que mantengan su relación con el cliente, aún en tiempos de aislamiento”.