Héctor Guzmán, investigador costarricense, doctor en biología y Senior Staff Scientist Smithsonian Tropical Resarch Institute, junto con grupo de interindisciplinario desde el año 2012 realiza un estudio sobre las poblaciones de manatí en Panamá, mediante la vocalización auditiva de estos animales.
Para hacerlo emplea los llamados, hidrófonos o transductor de sonidos que convierten las vibraciones sonoras, presentes en forma de presión dentro de agua, en energía eléctrica, es decir, en espectro audible humano, que son frecuencias que podemos percibir con cierta facilidad para su comprensión y estudio.
El agua turbia de los ríos San-San y Changuinola de Panamá, fronterizos con Costa Rica en el atlántico, hace que dificulte el avistamiento de estos animales que tienen parentesco con los elefantes y llegan a pesar hasta 1.400 kilogramos de peso. Tienen un tamaño de entre 2 a 3 metros y medio.
Los manaties tienen una gestación de 12 meses y traen al mundo uno o dos crías, las cuales, alimentan con su leche durante 22 meses. Las crías tienen un periodo de crianza de 2 a 5 años donde dependen de la madre. El manatí logra vivir entre 40 y 60 años.
En nuestro país, el manatí ha hecho su hábitat en los canales del Tortuguero, Barra del Colorado, en el Refugio de Gandoca Manzanillo y Río Parismina, en igual condiciones, habitan en el fondo de las aguas turbias y se alimentan de planta acuática, lo que también dificulta conocer la cantidad de poblaciones.
Guzmán y su equipo de investigación instalaron cuatro hidrófonos en la zona de estudio en Panamá y grabado el sonido emitido por estos animales durante tres años. Gracias a la creación de un algoritmo, se logrado eliminar ruidos y obtener un sonido claro sobre cada uno de estos animales, cuya vocalización es diferente uno de otro, de igual, manera sus crías.
Gracias a este sistema creado por ingenieros especializados en sonidos, se han logrado conocer 5000 vocalizaciones de los manatíes, lo cual ha permitido y conocer la cantidad de animales que existe en estos ríos.
En el caso de Río San-San hay unos 35 y en el Chanquinola 45 aproximadamente, lo cuales han sido monitoriados mediante este sistema y otros como la utilización de jaulas para atraparlos, marcarlos y estudiarlos más de cerca.
Héctor Guzmán, quien es miembro de la Academia Nacional de Ciencia de Costa Rica, dio ayer una charla virtual denominada: “Buscando el Manatí: no lo vemos pero lo escuchamos”, basado en sus estudios sobre estos animales realizados durante ocho años en esta zona de Panamá.
El investigador dijo que gracias a este sistema de vocalización auditiva, se podría estudiar las poblaciones existentes en Costa Rica, que de igual, forma que en Panamá, se desconocían la cantidad.
El sistema también permite conocer aspectos como movilidad de los animales, lugares de concentración, hábitos, crías, reproducción, entre otros.
En el caso del manatí en estudio pertenece a la especie antillana, que habita desde el Golfo de México hasta Brasil, esto porque en Florida existen otras poblaciones de distinta especie y que habitan en aguas limpias.
De acuerdo con el científico el manatí, declarado símbolo nacional en Costa Rica, es un animal en peligro de extinción debido a la caza en el pasado, a las deforestaciones para la agricultura, al uso de plaguicidas que podrían afectarlo y por efecto la navegación de embarcaciones que en ocasiones los dejan mal herido y mueren.
En el caso de nuestro país, urge su protección y estudio de las poblaciones para conocer las amenazas y comportamiento de estos.
Charla completa con el doctor Guzmán aquí: