Diez mujeres miembros del «Vivero Comunitario en Boca Tapada de Pital», realizan monitoreos de nidos de lapas vedes para su protección.
Son mujeres que vivían del turismo, pero por la situación económica se han visto afectadas, por ello, reciben un subsidio para la protección de estas aves. Realizan monitoreos de los nidos y siembran arbolitos de Almendro de Montaña en sus casas, para reforestación y contribuir a la protección de las lapas que se alimentan de sus frutos.
Ellas, trabajan junto con la «Asociación Red de Protección de la Guacamaya» organización que se encarga de la protección de estas aves en el país, y sobre todo en la Zona Norte, con la lapa verde silvestre en peligro de extinción.
Pamela Herrera Barquero, gerente de Integración Comunitaria de la Red, estuvo ayer lunes 31 de mayo en el Concejo Municipal de San Carlos, para contarles a los regidores sobre el trabajo que realizan con estas mujeres, a la vez, para solicitarle al municipio que les den un terreno comunal que está a nombre de la Municipalidad de San Carlos para dedicarlo a la creación de un vivero de especies de arboles que ayuden a la protección de la lapa vede.
A su vez, la Red pidió al Concejo Municipal declarar este proyecto de interés cantonal por su trascendencia.
Los regidores aprobaron la solicitudes hecha por la Red y pasaron el proyecto a la Comisión de Ambiente para su análisis.
La Red de Protección de la Guacamaya trabaja en todo el país con el fin de proteger las lapas verdes y rojas y su reproducción