Villa de Antaño: «Leyenda del Rualdo, el pájaro mudo»

Por Henry Esquivel Monge, escritor sancarleño.

Foto por: www.pngwing.com

—Desde muy nenantes los abuelos decían, que los nativos botos contaban esta leyenda, casi to’os los días.

—Hoy que se han ido los botos acá se las cuento, pa que se la cuenten a sus hijos y no se pierda con el tiempo.

—Había una vez una princesa que rescató una linda avecilla que se calló de un ni’o, ella la cui’aba y alimentaba hasta que se hizo un ave hermosa y el mejor trinar que sea oí’o.

—Pero un día la princesa fue escogi’a, para ser sacrifica’a al dios del volcán Poas, el ave se puso muy achuculla’a y en su hombro la acompaño to’o el ritual, a la princesa la arrojaron al cráter y con ella también voló, la hermosa ave cantando su hermosa melodía y no paró.

—Milagrosamente la princesa como por magia ilesa salió volando en una nube que del volcán emergió y el ave con ella volvió, pero por más que esperaron jamás cantó.

—Decían los botos que el ave cambió, la voz de su canto y de su descendencia por amor y el dios del volcán este sacrificio admiró y por eso a la princesa la devolvió.

—Nunca más se supo cómo cantó, pero en el volcán cerca del cráter y la laguna botos se ven hoy, a su descendencia que nunca trinó, por eso la gente como el pájaro mudo lo conoce hoy.

—Acá les dejo la historia, es to’o por hoy, será la otra semana que les traiga más folclor.