Un nueva modalidad de robo que se extendido en la Zona Norte y en algunas otras partes del país, es el robo de cable de cobre, cable utilizado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) para las comunicaciones telefónicas.
Este robo se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades que no dejan de detener los llamados «robacables», que aprovechan las horas nocturnas para subir a los postes y bajar el cable que luego es quemada para vender el cobre por kilos en chatarreras.
Un negocio que involucra tanto a los robacables como los dueños de chatarreras que adquieren el cobre en algunos casos hasta en 11 mil colones el kilo, lo que se convierte en un negocio atractivo para los ladrones.
Entre esta semana y la pasada, la autoridades policiales han detenido aproximadamente a cinco robacables con cables, en lugares como San Carlos y Upala donde el robo de cable se extendido a gran escala. Esta una nueva modalidad de robo que poco a poco se extendido a lo largo de la Región.
Comunidades las más afectadas
A raíz de estos robos el ICE ha tenido perdidas millonarias, tanto es así, que las comunidades donde se han robado el cable han quedado incomunicadas porque la institución no los renuevan y los pueblos se quedan sin teléfono fijo.
Comunidades de Florencia y de Aguas Zarcas y son ejemplo de ello. Aquí los robacables han hecho de las suyas desde hace meses. Los vecinos quedaron incomunicados por telefonía fija, ya que el ICE no ha querido reponer el cable.