La conocida como Bomba del Zar, bomba Emperador, El Emperador de las bombas, RDS-220 o RDS-202 es una bomba de fusión de hidrógeno que probó Rusia el 30 de octubre de 1961, en pleno apogeo de la Guerra Fría.
El efecto de esta bomba se pudo sentir a más de 1.000 kilómetros de distancia desde el epicentro de la explosión, que alcanzó los 64 kilómetros de altura y 100 kilómetros de diámetro de extremo a extremo.
La Bomba del Zar, o Tsar Bomba, es el dispositivo energético más potente jamás usado. En las bombas de hidrógeno comunes la energía se libera por fisión, y también por fisión secundaria, lo que hace mucho más poderosa la explosión.
La bomba más grande jamás detonada por Rusia es esta bomba, una bomba de fusión o bomba H que hizo explosión el 30 de octubre de 1961, con una potencia de 50 megatones, 8 metros de largo y 27 toneladas de peso. Ahora, Rusia experimenta con una nueva Bomba del Zar de 100 megatones, de mayor poder destructivo.
Según el portal web ‘La voz de América’, esta bomba de hidrógeno, también conocida como un arma termonuclear, es una versión más avanzada y poderosa que una bomba atómica.
Las bombas atómicas usan uranio o plutonio que detonan por la fisión de estos elementos. En un núcleo se dividen los átomos y liberan grandes cantidades de energía, es decir, una explosión.
En cambio, en las bombas de hidrógeno se libera la energía por medio de una fisión y una fisión secundaria, lo que hace más poderosa esta clase de armas.
A comienzos de la década de 1960, la relación entre la Unión Soviética y Estados Unidos se encontraba bastante tensa. Ambos países estaban en medio de la Guerra Fría y luchaban por el dominio geopolítico, ideológico y militar.
En ese entonces, Estados Unidos ya había probado la primera bomba de hidrógeno a la que llamaron ‘Mike’ en 1952. Dos años después, en 1954, realizó otra prueba de su mayor arma nuclear: ‘Castle Bravo’. Mientras tanto, la Unión Soviética trabajaba en sus armas.