Una tragedia poco conocida por los vecinos de Upala ocurrió un 08 de marzo de 1957, día del Santo Patrono de la comunidad, San Juan de Dios.
Sobre este hecho tan lamentable lo recuerdan hoy ya pocos vecinos de Upala como Martín Olivas Ortiz y Nacor Orozco, vecinos de Upala y que contaron como sucedieron los hechos.
Los hechos se remontan a 08 de marzo de 1957, fiesta del Santo Patrono de Upala, San Juan de Dios, cuando a Upala venían los sacerdotes católicos, cada cierto tiempo a bautizar o a oficiar misas. En esa ocasión estuvo presente el padre Román Arrieta, que más tarde llegaría a ser obispo, hoy ya fallecido.
Cuentan estos señores en aquella fecha tan especial padres y niños de las comunidades de San Isidro de Yolillal, San Rafael de Chimurria y Monte Cristo llevaron varios bebés a bautizar. Para llegar a Upala debido a que no habían caminos como los hay hoy, los vecinos viajaban en bote de remos, navegando por él Rio Zapote.
Padres y madres con sus bebés vestiditos blancos llegaron ese día al bautizo y una vez oficiada la misa y bautizado, las familias subieron de nuevo a un bote de remos para regresara a casa, Según cuenta Nacor Orozco a la altura del Hacienda los Ángeles en Upala el bote donde viajaban las familias se volcó y ocurrió la tragedia, se ahogaron 11 bebés y una madre
El percance alcanzó tal magnitud que los cuerpos de los niños y de la señora, fueron trasladados a Upala por una trocha y y aquí fueron velados y luego sepultados.
Según Nacor la vela se realizó en centro en las instalaciones del teatro RUBEN DARIO, propiedad de don Abrahán Ruiz Brizuela esas instalaciones se ubicaban más o menos frente al puente actual sobre el río Zapote carretera a Guatuso.
Cuenta don Martín, que conoce la historia por narración de don Pormoy Campos, que los cuerpecitos de los niños fueron traídos al centro de Upala a la casa de del papá de Vilma Gorgona Mendoza llamado don Cristóbal, quien era zapatero. La casa se ubicaba a la par de lo que hoy es la tienda Sinaí, frente al puente.
De esta tragedia olvidad sólo se conserva esta fotografía en blanco y negro de los cuerpecitos de los niños ahogados.