Obispo de Tilarán viaja a la frontera con Nicaragua y agarrado a cerca ora por obispo Álvarez, preso

Ayer jueves eucarístico, Monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora, obispo de la Diócesis de Tilarán, en Costa Rica, viajó hasta la frontera con Nicaragua para orar por monseñor Rolando Álvarez, pues dijo que ese sitio era el más cercano a su hermano obispo, detalla el Medio 100% Noticias.

“Lo más cercano que puedo estar de mi hermano monseñor Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa”, señaló el obispo en su cuenta de Facebook. Asimismo, señaló que también oró “por nuestro hermano pueblo de Nicaragua, por la Iglesia, por sus pastores y especialmente por sus habitantes”.

 “Mi corazón de Pastor se siente herido por el encarcelamiento injusto de Monseñor Álvarez, pero me llena de fortaleza haber venido a la frontera con Nicaragua a orar por él”, prosiguió el pastor, que también pidió que no dejen de implorarle “a la Purísima Concepción por un milagro para Nicaragua”.

Monseñor oró por el que llama su hermano

Monseñor Salazar Mora, de 64 años de edad, ha sido muy cercano a la situación que vive Nicaragua bajo la dictadura de Daniel Ortega. En sus homilías siempre pide oración por este país y en especial por monseñor Rolando Álvarez, quien fue condenado por la justicia sandinista a 26 años de cárcel y fue despojado de su nacionalidad.

Monseñor recibió a monjas expulsadas por Ortega

Asimismo, el obispo Salazar Mora en 2022 se encargó de recibir a las Hermanas Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta que fueron expulsadas de Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Monseñor Salazar Mora ha dicho que es “indignante” la condena impuesta por Daniel Ortega contra monseñor Rolando Álvarez, a quien acusó y declaró culpable de los delitos de “conspiración, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones agravada, desobediencia o desacato a la autoridad”. 

El obispo de Tilarán ha dicho que las acusaciones y la desproporcionada sentencia contra monseñor Álvarez son represalias porque siempre denunció las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua y porque siempre habló del “pecado que cometen algunos contra el pueblo de Dios y anunciar el Evangelio de Cristo”.