Daniel Ortega y su esposa, han emprendido una cruzada similar o peor contra la iglesia católica y la fe del pueblo, detalla el medio 100% Noticias
Semana infernal. Nicaragua vive una nueva jornada de ataques gubernamentales violentos contra la iglesia católica. Un templo profanado, 3 sacerdotes arrestados, cuentas bancarias congeladas y Monseñor Rolando Álvarez, el Obispo del Pueblo, cumple ya más de 100 días en las celdas de tortura de “El Infiernillo”. , detalla el mredio
Más de 500 ataques contra la libertad religiosa. Desde el año 2018 Ortega y su esposa, han protagonizado 529 ataques irracionales e ilegales contra la libertad religiosa. El rosario de agresiones incluye el asesinato de un monaguillo, la quema de imágenes sagradas, una lluvia de balas sobre el templo la Divina Misericordia y el arresto de una docena de sacerdotes.
La iglesia tiene un poder que las dictaduras no comprenden ni controlan. La corrupción y abusos gubernamentales, han sido denunciados por la iglesia, con una voz que traspasa fronteras y burla la censura. Los autócratas la ven como una poderosa y peligrosa amenaza.
Suicidio diplomático de Ortega
Ortega y Murillo se han lanzado al abismo. Nicaragua es la primera dictadura de las Américas que rompe de facto relaciones con el Vaticano en el presente siglo. Ni Venezuela o Cuba (con 64 años de dictadura) han cometido una inmolación diplomática de esta calaña. Ortega arrojó a la basura un siglo de relaciones bilaterales con la Santa Sede y de forma unilateral pidió cerrar ambas representaciones diplomáticas.
El odio contra el Obispo del Pueblo. El infiernillo es una tétrica galera de la Cárcel Jorge Navarro “La Modelo”, ubicada en el Municipio de Tipitapa. Una veintena de calabozos oscuros, malolientes y con altas temperaturas similares a las del averno. El Obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez lleva más de 100 días en este lugar. La dictadura no podido quebrarlo ni hacerlo claudicar.
No prevalecerán
A pesar de la violencia y la frecuencia de los ataques de Ortega contra la iglesia, sus acciones tienen fecha de caducidad. Los juicios arreglados, las pruebas prefabricadas y las campañas de difamación han fracasado. La iglesia sigue firme. Como dice el evangelio de San Mateo: “Esta es la iglesia del Señor y ni las puertas del infierno podrán prevalecer contra ella”.
*El autor es exembajador de Nicaragua ante la OEA, periodista exiliado y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).