• CNE declara Alerta Verde (preventiva) ante el impacto del fenómeno.
• Los efectos del Niño son sequías por la disminución de las lluvias en la Vertiente del Pacífico e inundaciones por el exceso de luvias en la Vertiente del Caribe.
• Para el año 2024 se espera que la población afectada por desabastecimientos en la GAM sean unas 650.000 personas.
• Autoridades hicieron un llamado a hacer un uso racional del agua.
Miércoles 8 de junio, 2023. El fenómeno de El Niño está por desarrollarse. De acuerdo con el Instituto Meteorológico Nacional se consolidará en el mes de julio.
Esto tiene implicaciones en las temperaturas, dado que estarían por encima de lo normal en el Pacífico y Valle Central por el resto del año, aproximadamente en un grado a grado y medio celsius; en la Zona Norte, Caribe Norte y Caribe Sur, temperaturas normales.
Lo anterior podría provocar un déficit en las lluvias en dichos sitios. Así lo señaló Werner Stolz, quien enfatizó que las temperaturas se han mantenido por encima de lo normal prácticamente desde la segunda quincena de abril.
Se esperan escenarios deficitarios de un 20% en el Pacífico Norte, un 15% en el Pacífico Central, un 15% en el Pacifico Sur y en Guatuso, Upala y los Chiles y un 20% de déficit en el Valle Central y un escenario normal de lluvias en la Zona Norte y la región Caribe de junio a noviembre.
Ante este panorama, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias declaró Alerta Verde (preventiva) para todo el territorio nacional y coordina con el resto de las instituciones para poder minimizar su impacto en los diferentes sectores, ante la posible reducción de: cosechas, disponibilidad de agua potable para consumo humano y animal, la capacidad de producción de energía y aumento de incendios.
El ICE desarrolla acciones para garantizar la continuidad del servicio eléctrico al menor costo posible dentro de las condiciones del país y con el mínimo impacto en las tarifas. La Institución proyecta que el 95% de la demanda nacional se cubra con recursos renovables nacionales, con la integración de toda la capacidad del país (plantas privadas, de cooperativas y empresas municipales).
Además, tiene previsto recurrir al Mercado Eléctrico Regional y plantas térmicas para completar la demanda. Se monitorea la capacidad de los embalses de regulación: Arenal, Cachí, Pirrís, Angostura y Reventazón.
Para generar electricidad, el país debe hacerlo con combustibles, específicamente con búnker y diésel. Por ello, Recope coordina la logística de importación de diésel y búnker para suplir no solo la demanda nacional; sino para abastecer las necesidades extraordinarias del país para generar electricidad y optimiza la operación de la Terminal Barranca de Recope para cubrir esta demanda especial con cisternas.
Además, utiliza una de las líneas del poliducto que conecta con el centro de almacenamiento del ICE para suplir el diésel de una forma rápida, segura y económica en Barranca y Limón y gestiona compras extraordinarias de búnker en el mercado internacional, a solicitud del ICE.
Desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), se está haciendo un llamado a las personas productoras para que implementen en sus fincas, técnicas que permitan la recolección y uso eficiente del agua, la conservación de forrajes y aprovechen todos los recursos posibles de las mismas unidades productivas para depender menos de factores externos.
A pesar de que el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) implementa acciones preventivas en el mantenimiento de plantas y proyectos con el fin de mejorar la distribución de agua, no es suficiente para garantizar la continuidad del servicio debido a que las ríos, pozos y fuentes han disminuido su caudal.
“Hemos realizado mejoras en los sistemas, abastecimientos controlados y estamos acelerando proyectos de infraestructura; sin embargo, requerimos del compromiso de la población con el uso racional del agua”, aseguró el presidente de AyA, Alejandro Guillén Guardia.
Ya hay una disminución en las fuentes de agua y para el año 2024, se espera que la población afectada por desabastecimientos en la Gran Área Metropolitana (GAM) sean alrededor de 650 000 personas. En nuestros sistemas fuera de la capital, se percibe mayor afectación en las regiones Huetar Caribe con un 22% menos de lluvia este 2023 y en la región Chorotega, algunas fuentes han disminuido caudal hasta un 50%.