Se acercan las posadas navideñas llenas de tradición y fervor religioso

Se trata de una tradición que dura nueve noches, empezando el 16 y terminando el 24 de diciembre con el nacimiento del Niño Dios. Durante las posadas, las familias van cada noche a una casa distinta simulando lo que tuvieron que pasar María y José mientras buscaban una posada para que naciera Jesús.

Las Posadas consisten en celebrar, en nueve casas, una posada por día. Al ser una tradición católica, además se acompaña de cantos populares, rezos y las velas encendidas que representan la luz de la venida del Mesías, el Cristo

El significado original de posada era «alojamiento y comida para los viajeros», aunque hoy en día algunas posadas no cuentan con restaurante o bar adjunto. Si es propietario o administra una posada, es un «posadero». Posada proviene del inglés antiguo inne, «dentro o dentro».

Originarias de España, las posadas se practican en Costa Rica desde hace más de 400 años. Cada noche, una familia diferente organiza las festividades y acepta acoger a los «peregrinos» una vez que llegan a su puerta . Oraciones, música y una recreación del viaje de María y José son parte de la celebración de Posada

En muchos países de Centroamérica, las posadas navideñas constituyen una arraigada tradición, y Costa Rica no es la excepción. Este rito festivo se extiende a lo largo de nueve noches, iniciando el 16 y culminando el 24 de diciembre con la conmemoración del nacimiento del Niño Dios.

La esencia de las posadas reside en la recreación de la travesía de María y José en busca de alojamiento para el nacimiento de Jesús. Cada noche, las familias se congregan en una casa distinta, simbolizando el peregrinaje de la Sagrada Familia. En consonancia con la tradición, los anfitriones de las posadas agasajan a sus invitados con exquisitos platos y postres navideños, compartiendo así la alegría de la temporada.

Otra costumbre arraigada en Costa Rica es la creación de los «pasitos navideños». Estos constituyen una representación a escala del portal de Belén y el pesebre donde aconteció el nacimiento del Niño Dios. El montaje incluye figuras emblemáticas como la Virgen María, José, pastores, un buey, un burro y los tres reyes magos.

Un rasgo distintivo de los pasitos navideños es la llegada del Niño Dios, que solo se incorpora al montaje a medianoche del 24 de diciembre. Este momento marca la culminación de las festividades, cuando las familias se reúnen para conmemorar el advenimiento del Salvador. Esta tradición fortalece los lazos familiares y aviva el espíritu navideño entre las comunidades costarricenses.

En conclusión, las posadas y los pasitos navideños en Costa Rica no solo son expresiones de devoción y celebración, sino también la manifestación palpable de la unidad y la alegría compartida durante la temporada navideña.