El dueño y conductor del bus que provocó la tragedia en Rancho Grande, Matagalpa habría pasado el 22 de diciembre y parte de la madrugada del 23 consumiendo licor, a sabiendas de que a las 8 de la mañana partiría el bus Waslala-Matagalpa con más de 70 pasajeros.
La Fiscalía acusó al conductor, Douglas Otoniel Orozco Cruz, y al dueño del bus, Luis Martín Chavarría López, de homicidio a título dolo eventual. Esto implica que previeron la tragedia que podría ocurrir y, a pesar de ello, operaron la ruta. Además, están enfrentando cargos por homicidio frustrado y exposición y abandono de personas para las víctimas sobrevivientes.
Aunque el dueño del autobus no viajaba en la unidad, enfrenta acusaciones por comisión por omisión, ya que no debió permitir que el conductor manejara el bus, sabiendo que habían estado consumiendo licor.
En la mañana del 23, el conductor, al alcanzar una velocidad de más de 100 kilómetros por hora en la bajada de puente La Mancera, perdió el control, volcando la unidad en la baranda del puente y causando la amputación de extremidades a varias víctimas, incluyendo a 8 niños.
Los dos sujetos serán sentados este viernes en el banquillo del acusado en los tribunales de Matagalpa, para que el juez determine la medida cautelar que les aplicará.
En la tragedia murieron 20 personas, incluido ocho niños.
Por Primerisima Nicaragua