La exclusión de Costa Rica Manda de las elecciones para alcalde en todo el país, del Partido «Aquí Costa Rica Manda» afectará la participación de 100 mujeres en las elecciones municipales programadas para el 4 de febrero.
Esto es visto para algunas autoridaades del partido comolamentable incidente, que socava los principios de inclusividad, diversidad y equidad de género, ha dejado a la comunidad desconcertada y a muchas mujeres privadas de ejercer su derecho democrático.
Según los afectados esta situación no pasa desapercibida, ya que este contratiempo ocurre bajo la administración de Eugenia Zamora, quien, el 16 de diciembre, se convirtió en la primera mujer presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) en sus 72 años de existencia. Su elección se consideró un hito significativo para la equidad de género y una victoria para todas las mujeres que han luchado por la igualdad en la sociedad costarricense.
Sin embargo, la contradicción surge al conocerse que aproximadamente 100 mujeres se verán excluidas de las elecciones municipales. Esto representa un golpe directo a la credibilidad del TSE y sus principios fundamentales, especialmente cuando la presidenta Zamora ha sido una defensora de la inclusividad y la igualdad de oportunidades para las mujeres en cargos de responsabilidad.
Eugenia Zamora, exministra y colaboradora de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, había expresado su compromiso con la igualdad de género al asumir la presidencia del TSE. En su discurso, destacó que ningún alto cargo debería estar prohibido para las mujeres y que su designación era un homenaje a todas las mujeres que han luchado por una sociedad más igualitaria.
La exclusión de estas mujeres de las elecciones municipales plantea preguntas incómodas sobre la coherencia entre las palabras y las acciones. Organizaciones progresistas, defensores de los derechos de las mujeres, como Unamu, y la Defensoría de los Habitantes, se encuentran ante la responsabilidad de abordar esta situación de exclusión, que parece contradecir los principios que defienden.
La comunidad espera respuestas claras y acciones concretas por parte de las autoridades y organizaciones encargadas de garantizar la equidad y la participación plena de las mujeres en el proceso democrático. La falta de intervención de estas entidades levanta interrogantes sobre su compromiso efectivo con la defensa de los derechos de las mujeres en momentos cruciales como este.