Costa Rica, tierra de riquezas naturales y cultura diversa, alberga una devoción única entre sus comunidades: los rezos del Niño.
El rezo del Niño es una tradición que se celebra desde el 26 de diciembre hasta el 2 de febrero. Las familias invitan a familiares y vecinos para que visiten su portal y recen un rosario en honor al niño Jesús. Rezo suele acompañarse de música y cantos.
Dicha actividad se realiza entre los primeros 40 días comprendidos entre el 25 de diciembre y el 2 de febrero.
Los primeros días de enero e inclusive los primeros del mes de febrero son los indicados por la Iglesia Católica para realizar tal tradición,. Se dice que el 2 de febrero con la Fiesta la Virgen de la Candelaria, posterior a la bendición de los portales, es día más indicado para el rezo.
La tradición de los portales fue introducida a América por los misioneros franciscanos, influenciados por su patrón San Francisco de Asís. Este, inspirado en un viaje que realizó a Belén en 1220, promovió la representación del pesebre con personas disfrazadas de la Sagrada Familia en una ermita de Greccio, en Italia, en 1223.
Ya después se sustituyeron a las personas por figuras de barro y se alargó la permanencia del portal en las casas por más de un día. Además, la costumbre es que el pesebre o pasito se regale como una manera de bendecir a la familia receptora del obsequio.
Las llamada visitas a los portales, así como el rezo del Niño, es una actividad muy popular en Costa Rica desde el año 1600.
Existen los rezos del niño tradicionales, familiares, sencillos también los hay aquellos que son un evento comunal en donde todos los habitantes de las localidades asisten y se utilizan fuegos artificiales para celebrar el rezo del niño, y son del disfrute de las comunidades del país.
En el rezo no puede faltar las comidas de hornear como el bizcocho pan casero, tamales asados que disfrutan los rezadores al finalizar el tradicional rezo acompañados por café o una aguadulce.
Portales de Devoción Infantil: En diversas comunidades de Costa Rica, especialmente en áreas rurales, los rezos del Niño se convierten en un evento especial. Los portales de devoción infantil son pequeñas capillas o altares dedicados a la veneración del Niño Jesús. Estos espacios acogen a las familias locales, quienes se reúnen para compartir oraciones, cánticos y celebrar la fe en torno a la figura del Niño.
En estos portales, la comunidad se une en un sentido de solidaridad y espiritualidad. La devoción al Niño Jesús se manifiesta a través de ofrendas, flores y velas encendidas, creando un ambiente cálido y acogedor que refleja la conexión profunda entre la fe y la vida cotidiana.
La Tradición de los Rosarios: Los rezos del Niño en Costa Rica están estrechamente ligados a la tradición de los rosarios. Estos encuentros espirituales se llevan a cabo en casas particulares, capillas comunitarias o incluso al aire libre, reuniendo a familias y vecinos en un acto de devoción compartida.
Durante los rosarios, las cuentas de los collares se deslizan entre los dedos de los participantes mientras recitan oraciones específicas dedicadas al Niño Jesús. La atmósfera está impregnada de fe y reverencia, creando un espacio sagrado donde se busca la protección divina para los niños y la comunidad en general.
El Impacto en la Comunidad: Estos eventos no solo son momentos de conexión espiritual, sino que también tienen un impacto significativo en el tejido social de las comunidades costarricenses. La participación activa en los rezos del Niño y los rosarios fortalece los lazos comunitarios, promoviendo la solidaridad y el apoyo mutuo.
Asimismo, estas tradiciones reflejan la riqueza cultural de Costa Rica, fusionando la espiritualidad con las expresiones artísticas y musicales propias de la región. Las danzas folklóricas y las canciones tradicionales acompañan a menudo estos rituales, enriqueciendo la experiencia de los participantes.
El Niño Jesús como Símbolo de Esperanza: En el corazón de esta devoción está el Niño Jesús, considerado un símbolo de esperanza y amor en la cultura costarricense. La tradición de los rezos del Niño y los rosarios persiste como una expresión viva de la fe, transmitida de generación en generación.
A medida que exploramos los portales de devoción infantil y la tradición de los rosarios en Costa Rica, nos sumergimos en un mundo donde la fe y la comunidad se entrelazan de manera armoniosa, recordándonos la importancia de preservar y celebrar nuestras raíces espirituales.