Condenan a sacerdote a 18 años de cárcel por abuso sexual a menor de 12 años.

Un caso que ha conmocionado a la comunidad de Coronado, San José, ha sido la condena a 18 años de cárcel de un sacerdote, identificado con el apellido Guevara, por abusar sexualmente de un menor de edad. Este trágico suceso tuvo lugar cuando el menor tenía tan solo 12 años y desempeñaba el papel de monaguillo en la iglesia local.

La sentencia fue emitida por el Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, en el caso identificado con el número 240-2024. Por unanimidad de votos, se declaró a este individuo como autor responsable de delitos de abuso sexual contra una persona menor de edad, imponiéndole la severa pena de dieciocho años de prisión.

El imputado, de apellido Guevara quien se desempeñaba como párroco de Santo Domingo de Heredia en el momento de su aprehensión, fue detenido en las afueras de una vivienda ubicada en el centro de Heredia.

La causa que condujo a su detención se inició en febrero de 2019, tras una denuncia presentada contra Guevara. Ese mismo año, pasó una noche en las celdas de los Tribunales de Goicoechea y, posteriormente, tras una audiencia, se le dictaron las respectivas medidas cautelares.

Un joven fue quien dio a conocer que aparentemente Guevara abusó de él cuando tenía 12 años, período durante el cual el sacerdote trabajaba en la Parroquia de Vázquez de Coronado. Este testimonio resultó fundamental en el desarrollo del caso, arrojando luz sobre

Este caso ha puesto de relieve la importancia de la protección de los menores y la necesidad de abordar de manera efectiva y contundente los casos de abuso sexual, especialmente cuando estos ocurren en contextos de confianza y autoridad, como es el caso de un sacerdote y un monaguillo.

La comunidad ha expresado su indignación y consternación ante este acto atroz, al tiempo que se espera que la sentencia impuesta sirva como un precedente para prevenir y castigar estos delitos en el futuro. Es fundamental que se promueva un entorno seguro y de confianza para los niños y adolescentes, así como el apoyo a las víctimas para que puedan acceder a la justicia y recibir el apoyo necesario para su recuperación emocional.