Gigantografías con exministros en Heredia avivan especulaciones sobre alineación política del PPSO de cara al 2026
La instalación de vallas publicitarias en puntos estratégicos de carreteras costarricenses, particularmente una ubicada en la entrada a Santo Domingo de Heredia, ha generado revuelo político al mostrar una alineación explícita entre el Partido Pueblo Soberano (PPSO) y figuras clave de la administración del presidente Rodrigo Chaves.
Las imágenes, que incluyen a exministros y exaltos funcionarios del actual gobierno, son interpretadas como una señal de que el PPSO se perfila como el vehículo electoral del chavismo para las elecciones presidenciales de 2026.
Detalles de la campaña visual
La gigantografía en cuestión despliega retratos de Laura Fernández (exministra de la Presidencia), Mauricio Batalla (exministro de Obras Públicas y Transportes), Anna Katharina Müller (exministra de Educación Pública), Francisco Gamboa (exministro de Economía) y Osvaldo Artavia, quien dirigió el Instituto de Desarrollo Rural (Inder). Todos ellos, excepto Müller —quien renunció en 2023 tras controversias—, se mantuvieron en sus cargos hasta el reciente cambio de gabinete en mayo de 2024, lo que sugiere una continuidad estratégica entre su labor en el gobierno y su proyección en el PPSO.
Simbolismo y mensaje político
La inclusión de estas figuras, asociadas directamente a las políticas emblemáticas de Chaves —como el combate a la corrupción, la reforma del transporte público o los ajustes económicos—, no solo refuerza la narrativa de unidad en torno al mandatario, sino que también borra cualquier ambigüedad sobre la identidad del partido. El PPSO, fundado en 2022 como plataforma para respaldar a Chaves, parece consolidarse como el núcleo de un movimiento que busca trascender al presidente en ejercicio, proyectándose como una fuerza institucionalizada más allá de su figura.
Este movimiento ha desatado un debate sobre los límites entre el oficialismo y el partido, especialmente ante la prohibición constitucional de que un presidente en ejercicio lidere campañas proselitistas. Sectores opositores acusan al PPSO de funcionar como una «extensión publicitaria» del gobierno, mientras analistas advierten que esta estrategia podría buscar capitalizar la imagen de Chaves —aún con índices de aprobación fluctuantes— para construir una base sólida de cara al 2026.
Por otro lado, la ausencia de nuevos rostros en la propaganda sugiere una apuesta por la lealtad antes que por la renovación, algo que podría polarizar al electorado. No obstante, el PPSO insiste en que su enfoque es «programático» y no personalista, destacando logros en infraestructura, empleo y transparencia.
La visibilidad de estas vallas, sumada a la reciente participación de Chaves en actos inaugurados junto a líderes del PPSO, alimenta teorías sobre un posible respaldo tácito del presidente hacia el partido. Sin embargo, queda por verse si esta alianza logra cohesionar a un electorado fragmentado o si, por el contrario, enfrentará desafíos legales por el uso de funcionarios públicos en campañas partidistas.
Con tres años por delante, el PPSO parece estar jugando sus cartas temprano, combinando el capital político de Chaves con una estructura en construcción. Su éxito dependerá de su capacidad para convertirse en algo más que un partido ad hoc y demostrar autonomía frente a un presidente que, constitucionalmente, no podrá optar por la reelección.