Las autoridades policiales destacadas en la Terminal de Contenedores de Moín, en Limón, asestaron un nuevo golpe al narcotráfico internacional este mes de abril, tras descubrir y decomisar 32 kilogramos de cocaína escondidos en un contenedor con fruta fresca cuyo destino final era un puerto en Bélgica.
La información fue confirmada este martes por el Ministerio de Seguridad Pública, que detalló que el hallazgo se produjo gracias a labores de inteligencia combinadas con el uso de escáneres, herramientas clave en la inspección diaria de carga.
La droga estaba oculta en las reglas de madera que conforman las tarimas del contenedor. En total, se contabilizaron 120 paquetes, cada uno con un peso aproximado de 270 gramos.
De acuerdo con las autoridades, los grupos criminales han optado por fraccionar los envíos en cantidades menores para evitar ser detectados. Sin embargo, la vigilancia constante en los puertos ha permitido frenar este tipo de operaciones ilícitas.