La diputada del Frente Amplio, Sofía Guillén, volvió a encender las alarmas tras las declaraciones de Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, quien alertó sobre la posibilidad de que Costa Rica esté en camino a convertirse en un narcoestado.
Guillén retomó con fuerza su denuncia del año anterior sobre el avance del narcotráfico y la corrupción, señalando que esta advertencia internacional debe ser atendida con seriedad por parte del gobierno.
“Leí hace poco una noticia que me golpeó profundamente: el exjefe de la DEA afirma que Costa Rica podría convertirse fácilmente en un narcoestado. Eso duele. Cuando lo denunciamos antes, ¿qué respuesta obtuvimos? Ahora parece que necesitamos que lo diga un extranjero para prestarle atención”, manifestó la legisladora en el plenario.
La diputada criticó que desde algunos sectores del oficialismo se desprecie la gravedad del problema por razones ideológicas o personales.
“No podemos seguir ignorando hechos tan graves solo porque quien los dice no me agrada. Esa actitud nos está costando muy caro”, señaló Guillén.
“Estamos al borde de repetir la tragedia centroamericana”
En su intervención, la congresista advirtió que Costa Rica se encuentra en una situación crítica que no debe minimizarse.
“Estamos al filo de un proceso que ya destruyó a países como México y que ha devastado Centroamérica. Al narco no le importa la vida del joven que vende en la calle; lo reemplazan al día siguiente. Lo único que buscan es dinero, sin importar las consecuencias humanas”, expresó.
Cifras alarmantes
El país enfrenta su tercer año consecutivo de violencia marcada por el enfrentamiento entre bandas criminales. De mantenerse la tendencia actual, Costa Rica podría cerrar el 2025 con cerca de 900 homicidios, reflejando un deterioro significativo en materia de seguridad.
Guillén concluyó su intervención con un llamado a la acción: “Seguir negando esta realidad no tiene sentido. Es momento de actuar con responsabilidad y tomar en serio las advertencias”.
