Diputada a Chaves: “pareciera un borrachín de cualquier otra cantina de otro lugar”

Con la sutileza de un mazo y el entusiasmo de quien ya perdió la paciencia, la diputada independiente Kattia Cambronero se desahogó en el Plenario Legislativo y, de paso, le pasó la factura –con intereses– al presidente Rodrigo Chaves. El objetivo: cuestionar su “liderazgo”, su “estilo” político y, por supuesto, esas entrañables comparaciones con los mercados del país que nadie pidió.

Sin pelos en la lengua y mucho menos filtros, Cambronero le recordó al presidente que el caos en la Asamblea no apareció por arte de magia ni por culpa de los duendecillos legislativos. No, señor:

“Déjeme decirle, señor presidente, que usted fue el que cometió el error y desconvocó toda la agenda el jueves pasado. Usted quiso que la sesión del Plenario Legislativo no continuara”.

Traducción libre: si la Asamblea es un desmadre, al menos tenga la decencia de reconocer que el desorden viene desde la silla presidencial.

Y como si fuera poco, la diputada no dejó pasar las ya clásicas tácticas de Chaves para desacreditar al Congreso. Porque claro, nada dice “trabajo en equipo” como tirarle tierra al resto:

“Así que deje de responsabilizar a los diputados de la República, que sí queremos trabajar, que sí estamos conscientes de la necesidad de avanzar en proyectos importantes para el país, pero que simplemente no permitimos el jueguito político que usted tiene de desacreditación”.

Y ahí, justo cuando parecía que no se podía subir más el tono, Cambronero soltó la joya de la jornada: una comparación digna de una telenovela mezclada con bar de pueblo. Porque, al parecer, el presidente tiene un comportamiento que no solo es errático, sino que le recordaría más a un cliente asiduo de cantina que a un jefe de Estado:

“El que no funciona es usted, el que sigue en el juego y en el show político es usted, presidente Chaves. Y ¿sabe qué? Es una verdadera vergüenza que usted en este momento esté ejerciendo la presidencia de la República. Porque en el mercado no hay cantinas, para su información, pero es peor su comportamiento errático en muchísimas ocasiones, que más bien pareciera un borrachín de cualquier otra cantina salida de cualquier otro lugar”.

Elegancia nivel: bofetada con guante de boxeo.

Y para cerrar con broche de oro, la diputada le dio una lección de civismo al mandatario, por si entre tanta metáfora callejera se le había olvidado que los mercados son más que escenarios para discursos populistas:

“Respete la producción local, respete los mercados de este país. Y, además, si quiere hacer algo en relación a los mercados, hágalo, porque la situación es complicada para los locatarios. Lo que menos se necesita es disminuirlos; por el contrario, es mejorar sus capacidades y habilitar mejores condiciones para ellos”.

En resumen, Cambronero no solo prendió fuego al micrófono, sino que dejó claro que, al menos para ella, la presidencia actual se parece más a un bar de mala muerte que a una casa de gobierno.

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