Diputados declaran Benemérita de la Educación y la Cultura a la recordada “Tía Flory”

San José, Costa Rica — En un emotivo acto de justicia histórica, la Asamblea Legislativa de Costa Rica declaró Benemérita de la Educación y la Cultura a Flory María Chaves Castro, cariñosamente conocida por varias generaciones como “Tía Flory”, quien destacó por su labor en el programa infantil “Recreo Grande”. La iniciativa fue aprobada de forma unánime por los diputados, quienes resaltaron su legado como educadora, promotora de valores y figura emblemática de la televisión nacional.

El proyecto fue impulsado por el diputado oficialista Alexander Barrantes, quien afirmó que esta distinción reconoce “la dedicación, enseñanzas y entrega incansable de Tía Flory, cuya labor educativa y cultural trascendió las pantallas para convertirse en parte fundamental de la memoria colectiva de Costa Rica”.

“Recreo Grande”, transmitido por Canal 7 desde la década de 1980, marcó una época en la televisión costarricense. Tía Flory no solo educaba a través del entretenimiento, sino que también fomentaba la lectura, los buenos valores y la participación activa de los niños y niñas en actividades culturales. Su estilo amable, pedagógico y carismático dejó una huella imborrable en quienes crecieron viéndola.

Flory María Chaves falleció en agosto del año 2000, en el servicio de Oncología del Hospital San Juan de Dios, tras una lucha contra el cáncer. Su muerte conmocionó al país, que la recordaba no solo como una presentadora, sino como una auténtica educadora popular.

Tras su fallecimiento, el legado de Tía Flory fue retomado por su hija, Laura Vásquez, quien continuó con el espíritu del programa bajo el nuevo nombre de RG Elementos. Este espacio se mantuvo al aire hasta el año 2016, adaptándose a los nuevos tiempos pero conservando los principios de formación y entretenimiento que su madre había sembrado.

Con esta declaración de Benemérita, el Congreso costarricense reconoce el valor de la educación no formal, la cultura televisiva de calidad y el papel fundamental que figuras como Tía Flory han desempeñado en el desarrollo integral de la niñez costarricense.

La figura de Tía Flory no solo vive en la memoria de quienes compartieron sus tardes frente al televisor, sino que ahora se consolida como parte del patrimonio cultural y educativo de Costa Rica.

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