El año que está por terminar, ha sido nefasto para la Zona Norte en materia ambiental, debido que las siembras de piña en áreas protegidas es exorbitante. A esto se le suma las deforestaciones para la plantación del monocultivo y contaminación con fuentes de aguas con plaguicidas derivados de esta actividad.
Según el Informe del Estado de la Nación sólo en la Zona Norte hay 16.385 hectáreas de piña en áreas protegidas como humedales. Los sectores más afectados fueron el Corredor Fronterizo y el Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Maquenque, ambos en la Zona Norte.
Por otro lado, en materia de contaminación por la minería ilegal en Crucitas, es otro capítulo aparte, en la cual no se avanzó casi nada, a pesar de los constantes operativos Lapa I,II y III, del Ministerio de Seguridad, no logra pararse la extracción de oro ilegal y los daños ambientales producto de esta labor.
Tampoco el gobierno asumió políticas claras en materia de minería para la toma de decisiones.
3824 hectáreas de piña en áreas protegidas
Según el Informe en el caso de la piña solo en el 2017 habían 3.824 hectáreas de este cultivo sembradas dentro de Áreas Silvestres Protegidas. Esta es un área mayor a la de los cantones de Montes de Oca y Curridabat juntos.
Dicha afectación se encontró en “varios puntos ubicados en la Región Norte, Caribe y Pacífico Sur”.
Según el Informe, un cuarto de Costa Rica está destinado a conservación de la naturaleza, nuevos datos señalan que estas áreas protegidas están siendo invadidas por cultivos.
En total, las Áreas Silvestres Protegidas —incluyendo Parques Nacionales, Refugios de Vida Silvestre y Reservas Biológicas, entre otros— protegen alrededor de 13.000 kilómetros cuadrados, un 25% del territorio nacional terrestre.
De acuerdo al Informe los hallazgos muestran que las áreas protegidas del país son muy vulnerables a la expansión agrícola, según explicó la investigadora del Programa Estado de la Nación y coordinadora del capítulo ambiental, Karen Chacón.
La directora del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), Grettel Vega, dijo a Universidad que existe una incapacidad para manejar la totalidad del territorio protegido y aseguró que, por ahora, el Sinac buscará obtener más tecnología de monitoreo.
El hallazgo sobre la invasión de áreas protegidas se realizó usando imágenes satelitales tomadas por el proyecto de Monitoreo de Cambio de Uso en Paisajes Productivos (Mocupp). El proyecto vigila la expansión de cultivos de piña, palma aceitera y pastos.
Según lo registrado por el Ministerio de Agricultura (MAG), la piña cubrió alrededor de 45.000 hectáreas en el 2018. El Mocupp, por su parte, encontró más de 60.000 hectáreas de ese cultivo en el mismo año.
Para para, estas dos debacles ambientales: la siembra de piña en área protegidas y la minería ilegal en Crucitas que nos afectan, con mayor frecuencia, es necesario actuar con rapidez y tomar medidas, algo que al instituciones públicas no la seriedad que se merece.