Una denuncia anónima fue la gota que derramó el vaso, para provocar un escándalo nacional, donde Coopeleca R.L, fue el epicentro de los hechos. Esto por las aparente irregularidades entre las negociaciones que se dieron entre Cooperativa, Holcim y Banco de Costa Rica (BCR), con respecto a lo fue la compra por parte de Coopelesca de la Central Hidroeléctrica Aguas Zarcas a Holcim.
Una extensa investigación judicial descartó por completo irregularidades en negociaciones entre Cooperativa, Holcim y BCR.
El Juzgado Penal acogió argumentos de la Fiscalía y ordenó desestimar causa en febrero de este año, luego de casi tres años del proceso.
Tres años después del escándalo el Juzgado Penal del II Circuito Judicial de San José acogió la gestión de la Fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción de desestimar la causa contra COOPELESCA R.L. y los miembros del Consejo de Administración del período 2014, que participaron en la decisión de compra.
Geovanny Villalobos Guzmán, Presidente de la Junta Directiva de Coopelesca, dijo que aquí se aplica aquel dicho que para «verdades el tiempo», y que logró demostrar que este fue un acto de mala intención para desviar el escándalo que mantenía el gobierno de Luis Guillermo Solís, por el caso llamado el «El cementazo», donde la cooperativa no tuvo nada que ver con esos hechos.
Detalló que la negociación que hizo Coopelesca por la compra de la Central Hidroélectrica Aguas Zarcas, fue transparente y tan es así que hoy la cooperativa mantiene una producción de energía eléctrica por encima de la capacidad instalada.
Detalló Villolobos que la Cooperativa se vio envuelta en una montaña de noticias negativas, donde dos medios nacionales eran los principales impulsores. Se produjeron más de 100 noticias negativas contra la Cooperativa, detalló.
De acuerdo con Villalobos quedó demostrado que hubo tráfico de influencias ni nada que se parezca.
Para el abogado Alfonso Ruiz, que llevó el caso, la información suministrada por Coopelesca a la fiscalía fue contudente, tan es así, que ni siquiera, vinieron hacer visita a la central hidroelectrica.
Para verdades el tiempo, un adagio popular y certero. Desde el principio de ese caso, noté y manifesté en la redes que se trataba de un negocio común y silvestre dentro del ámbito privado. La acción mediática de la gran prensa nacional demostró, desde esa época, que se trataba de una gigantesca y grosera cortina de humo que intentaba cubrir el acto corrupto más grande de la historia nacional, el cementazo, tan protegido, aún hoy en día por esa gran prensa al servicio del dinero. Por otro lado, también desde mi óptica, fue la gota que derramó mi vaso, hasta ese momento tenía la esperanza de que Ottón Solís estaba interesado en la honestidad política, pero no, sus actos, sus groserímas e irrespetuosas intervenciones contra los directivos y gerencia de la Cooperativa fueron lamentables, sigo creyendo que él fue uno de los artífices de esa inmensa cortina de humo para desviar la atención sobre el cementazo.