Los finqueros afectados por el conflicto de tierras entre indígenas Maleku de Guatuso de Alajuela, salen a la luz pública a pedir al gobierno pronto diálogo entre las partes afectadas para evitar una tragedia mayor.
Joaquín Herra, vecino de Guatuso y miembro del Comité de Finqueros afectados, dijo ayer a El Norte Hoy, que el conflicto es una «bomba de tiempo» que amenaza con provocar una tragedia, por los roses que se están dando entre indígenas y finqueros
“Durante años nosotros hemos convivido en paz con los indígenas como vecinos pero, si el gobierno no busca un diálogo y la negociación entre las partes, pronto esta situación se va salir de las manos, ya que se están creando odios y resentimientos entre los indígenas y no indígenas por una situación que se puedo buscar solución» detalló Herra.
El conflicto empezó a principios de julio de este año cuando familias indígenas invadieron ocho propiedades de finqueros de la zona, las cuales, reclaman como parte de las 2994 hectáreas de la Reserva Indígena Maleku.
Sin embargo, los finqueros aseguran que algunas estas fincas fueron adquiridas hace casi 50 años por su antepasados y algunas tiene escritura y plano, e incluso algunas están fuera del territorio Maleku, aunque aceptan que otras si están dentro.
Demandan a las autoridades Instituto de Desarrollo Rural (INDER), uno de los entes, con responsabilidad, a buscar el diálogo y redimir junto con los indígenas el conflicto que poco a poco se sale de la manos por los roces entre ambos.
Los finqueros piden al gobierno la indemnización de sus terrenos, si estos están realmente dentro territorio indígena, ya que tienen posesión de estos desde hace muchos años. Aseguran que algunas de estas fincas cuentan con planos y escrituras, tal como mostró con plano y escritura el señor Kenneth Pérez, que aunque los indígenas no han tomado posición de la una finca familiar, asegura que ya la reclaman como ubicada dentro de territorio indígena.
También piden aclaraciones sobre el área real de estos territorios y las delimitaciones, ya que de acuerdo a topógrafos con fe pública, algunas de estas están fuera de estos territorios, sin embargo, los indígenas asegura que están dentro.
Kenneth Pérez representante de dueños de finqueros afectados, dijo a este medio que los terrenos invadidos fueron adquiridos hace muchos años por sus abuelos a personas mestizas, por lo tanto, tienen sus derechos.
Detalló que en total las ocho fincas tomadas por los indígenas suman más de 300 hectáreas de terreno, de la cuales, viven de la actividad ganadera y agrícola unas 2 mil personas, no indígenas, entre familiares y peones, y que ahora están pasando una situación difícil ya que de estas fincas vivían sus familias.
Aseguró que han tenido que llevar decenas de animales a las subasta para venderlos, porque ahora no cuentan con pastos, ya que los indígenas los han quemado con herbicida para cultivar.
Detalló que viven con mucha incertidumbre, porque vivían de la actividad lechera y ganadera y de la noche a la mañana, se quedaron sin nada por la invasión de los indígenas de sus tierras.
Pérez, dijo que de las ocho fincas, tomadas por la etnia, sólo dos propietarios viven fuera de Guatuso, los demás son de la zona. Dichas fincas están ubicadas entre las comunidades del Silencio, Palenque Tonjibe y Margarita, detallan los finqueros.
Fincas tomadas por los Malekus:
–Finca de Estelia Cordero.
-Finca de Oscar Villegas.
-Finca de María Isabel-
-Finca de Gabriel Soto.
-Finca de Johel y Esteban Cortés.
-Finca de Leónvictor.
–Finca El Edén.
–Finca de William Conejo
“Uno se levanta con mucha preocupación, porque no sabe que va hacer. Tenemos deudas y la finca era nuestra forma de vida y ahora, para entrar a la finca hay que hacerlo con un policías para evitar conflictos” expresó Joaquín Herra, representante de los finqueros afectados y claman al gobierno un acercamiento para salir de la incertidumbre.
Cabe señalar que la Reserva Indígena de Guatuso fue creada por el Decreto Ejecutivo Nº5904-G del 10 de abril de 1976 y reformada por el Decreto Ejecutivo Nº7962-G del 15 de diciembre de 1977.
La afectación es a raíz de del artículo 2 del decreto que indica los límites, específicamente donde menciona “N 290 625, E 449 300, se sigue aguas abajo por el río El Sol hasta el punto de coordenadas N 291 650, E 448 700,…”
Según el Comité de finqueras, de estas fincas en manos estos finqueros, fueron adquiridas a mestizos en el año 1972 anterior a la creación del Reserva, de ahí, que las reclaman como suyas.
Finqueros e indígenas se acusan mutuamente de agreción y afectación
Desde inicios de julio con la toma de las fincas por parte de los indígenas se han dado cuatro enfrentamiento entre ambos sectores, donde hay denuncias de agresión de ambas partes.
Alicides Elizondo, líder indígena dijo a este medio que tiene pruebas de agresiones físicas, verbales y sicológicas por parte de personas no indígenas que han llegado a las fincas y de eso hay denuncias en la fiscalía y se han dictado medidas cautelares.
Pero, Joaquín Herra, del Comité de Finqueros, asegura que no es verdad que hayan agredido a los indígenas, ya que las veces que van a ver el ganado lo hacen con policías y la mayoría de estos son Maleku.
Miguel Varela, uno tercero afectados por supuesta agresiones a indígenas, dijo que las acusaciones en su contra no son ciertas y él tiene pruebas en video que la vez que ingresaron a la finca iban con un policía.
Herra asegura que los pastos que tenían para alimentar el ganado han sido quemados con herbicidas por los indígenas, así como trazado cercas y cortar alambres, lo que hacen que los animales se salgan. lo que ha hecho que tengan que vender el ganado.
Asegura en tres o cuatro encuentros pacíficos del gobierno y representantes municipales los indígenas se comprometieron a no utilizar el terreno, sino sólo a permanecer en este.
Pero, para Elizondo estas afirmaciones, no son ciertas ya que ellos ellos buscaron recuperar estas tierras para cultivarlas, por lo tanto, han tenido que quemarla y tirar cercas para cultivar. Con referente a la corta de cercas, dijo que las cercas han sido cortadas por los no indígenas.
“Los no indígenas deben buscar llegar a un acuerdo con el gobierno les pague estas tierras o llegar a un acuerdo. Nosotros sólo nos aparamos convenio Internacional 169 de Pueblos Indígenas (que hace hincapié en los derechos de trabajo de los pueblos indígenas y tribales y su derecho a la tierra y al territorio, a la salud y a la educación) y la Ley 6172 de los pueblos indígenas de Costa Rica y decreto de creación de los pueblos indígenas.
“Creemos que los no indígenas tienen igual que derechos que nosotros, por lo tanto, hacer el reclamo al gobierno y llegar a un acuerdo con este” detalló Elizondo, quien asegura que no buscan la violencia, sino el diálogo, ya que lo realizan es un recuperación de tierras que le pertenecen.