Sábalo Real de 1.80 metros de largo que brincó del agua del Río San Carlos y cayó en lancha con 30 pasajeros golpeó a niña de dos años y quebró tres asientos de la embarcación.
Pez como es costumbre, fue decomisado por los militares nicaraguenses para su consumo, según testigo.
Nathaniel Parrales, comerciante de 31 años y habitante de la comunidad de Boca de Sábalos de Río San Juan, Nicaragua, contó a El Norte Hoy cómo el viernes 16 de abril pasado, mientras navegaban por el Río San Juan en una lancha que viajaba del Castillo a Boca de Sábalos, un pez Sábalo Real de 1.80 metros de largo saltó del agua y con tan mala suerte , cayó dentro de la lancha donde viabajan 30 pasajeros.
Esta noticia bastante insólita , según podimos comprobar, circuló en varios medios informátivos de Nicaragua el viernes pasado.
Cuenta Parrales que viajaba en dicha envarcación, que los hechos sucedieron a eso de las 7:00 a.m. cuando lancha navegaba por el Río transportando pasajeros.
«Todo iba normal, de un pronto a otro vimos como el pez salíó del agua y brincó, algo muy común en esta especie, pero con el incoveniente que cayó dentro de la lancha. Producto del salto golpeó a Adela Galeano, una madre que llevaba en brazos a una menor de 3 años edad y que resultó impactada por el animal, y que luego ameritó ser valorada en un centro médico en la localidad de Boca de Sábalos», contó el comerciante.
Narra este nicaraguense que fue un susto muy grande para las personas que viajaban en la lancha, ya que el animal de más de un quintal de peso, destrozó tres sillas de la embargación. Contó que de inmediato los dueños de la embarcación se balanceron sobre el nimal y le clavaron un cuchillo hasta matarlo.
Una vez en Sábalos, sacaron el pez de la lancha y lo guidaron para ver su tamaño. Fue en momento cuando Nathaniel y otras personas del lugar aprovecharon para tomarse una foto junto al animal.
Según Parrales, conforme a la legislación nicaraguense cuando se saca un pez como este y no se va aprovechar, llegan los militares y se lo llevan para su consumo o se dona al Hogar Materno, una institución del lugar.
«Antes, cuando era pequeño era muy común ver sábalos reales que brincaban y caían dentro de las lanchas, pero ahora es difícil ver debido que los han pezcado mucho y ya casi no hay como antes», contó este hombre acostumbrado a navergar por las aguas del Río San Juan. Es vendedor de ropa y a menudo utiliza esta vía acuática para transportarse por algunas comunidades rivereñas.