El país retrocedería treinta años en materia ambiental con reforma al reglamento de SETENA
-Piñeras estarían eximidas de presentar estudios de evaluación ambiental en SETENA;
-Reglamento fue confeccionado por las cámaras empresariales;
La Federación Ecológista Costarricense (FECON) advierte sobre el peligro del nuevo reglamento de la Secretaría Nacional Ambiental (SETENA) que exime de estudios de impacto ambiental a actividades agrícolas como las piñeras.
Según la Federación la arqueóloga y experta en evaluación ambiental, Ifigenia Quintanilla, que tiene la representación de la Federación Ecologista ante esta Comisión, denuncia una serie de puntos muy graves referente a la reforma del sistema de evaluación ambiental en SETENA.
Detalla: «En enero de este año el Ministro de Ambiente y Energía convocó a la Comisión Mixta para revisar el reglamento de evaluación de impacto ambiental dentro de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental. Esta instancia ha venido sesionando durante los últimos seis meses. La Comisión Mixta está conformada por representantes del gobierno, las cámaras empresariales, las universidades públicas, consultores independientes y de las organizaciones ambientales.
Quintanilla señala que este reglamento fue hecho por el sector empresarial. Pretenden ser juez y parte en la evaluación ambiental y hacer retroceder treinta años en materia de regulación ambiental a Costa Rica.
El reglamento tiene múltiples aspectos regresivos. Uno de los más preocupantes es que las grandes plantaciones agropecuarias (como las piñeras) estarían fuera del nuevo reglamento de evaluación ambiental. Según se sabe, existen presiones por parte del sector del agronegocio para que estos tenga su propia metodología de evaluación de proyectos, pero hasta la fecha la misma Comisión Mixta desconoce la existencia o avance de alguna propuesta concreta en este sentido, todo lo contrario, esto sería un vacío legal muy peligroso de aprobarse este nuevo reglamento.
Para Dany Villalobos, presidente de la FECON, “eximir de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) al sector agropecuario en este reglamento evidencia la presencia de intereses de parte de cámaras empresariales del agronegocio y de la construcción para erosionar el sistema de evaluación ambiental en el país. Hay que decir que la Ley Orgánica del Ambiente la establece como obligación de SETENA, quien además ostenta autoridad de control y seguimiento que se perdería bajo este peligroso enfoque.”
Villalobos señaló: “la intención es clara en cambiar la EIA por un pseudométodo muy manipulable en función del impacto económico como indicador central, desnaturalizando el sentido de la EIA y acomodando este mecanismo al lenguaje de los mercados.”
La SETENA evalúa entre 2.000 y 5.000 hectáreas anuales de plantaciones nuevas de piña. “Eximir a este sector de la evaluación ambiental haría que la expansión piñera tenga aún más fuerza para destruir todo a su paso y representaría un grave peligro para las comunidades aledañas a las plantaciones.” Señaló Erlinda Quesada, del Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera (FRENASAPP).
Además la representante ante SETENA de la FECON, Ifigenia Quintanilla, aseguró: “es preocupante que el concepto de daño ambiental ya no queda bien definido en este nuevo reglamento.” Así la clasificación regida mediante umbrales que dejan fuera gran cantidad de proyectos los cuales no tendrían ninguna forma control ni seguimiento por no estar excluidos de evaluación ambiental.
Una preocupación adicional es que bajo este nuevo esquema en SETENA, las concesiones de aguas no serían evaluadas con parámetros ambientales. Esta desregulación de proyectos de infraestructura, agropecuarios y de concesión de agua haría que el país retroceda tres décadas en materia de evaluación ambiental, reiteró la representante de FECON»