Por Henry Esquivel Monge, escritor sancarleño
Hola, aguardesen confizgaos que hoy les traigo una historia que muchos han olvidao de un pueblo que la desgracia en fortuna a cambiao.
Cuenta mi tata que eso fue una tragedia que la gente no se lo aguardaba.
Era un pueblo tranquilo de campo de finquitas humildes que llamaban la unión, cada cual en lo suyo sin poner mucha atención.
Un día un retumbo los espabiló, era como un abejero en la tierra y luego un gran meneon ,pero no uno cualquiera pues a todos arrodilló, hasta las vacas y caballos a toos los postró.
Lo que vendría luego naide lo percato. El cerro el arenal su cucurucho explotó y de aentro fuego le salió. En un abrir y cerrar de ojos un río e fuego para abajo tiro, quemando too a su paso y naa queo,casas animales y personas en carbón transformó.
Fue tanto el ruial que hizo que hasta la villa llegó. Un grupo de socorristas y voluntarios hasta allá se dirigio y cuando llegaron se sintieron morir, era tanto el desastre que quisieron jullir,Pero por sus prójimos se mantuvieron ahí, mucho cristiano muerto y toitico quemao vieron ahí.
A como puieron se repusieron y comenzaron a buscar gente viva a quien ayuar. De repente otro escupetajo tiro el nuevo volcán y pa desgracia de toos donde ellos fue a parar,en segundos se hicieron polvo y no se vieron más, años más tarde como los héroes de la tragedia los vendrían a llamar.
Muchos cristianos murieron ese día y es muy largo que contar, pero de esa tragedia hay cosas que rescatar, lo que les dio su tragedia en fortuna vendría a parar y por eso su nombre en Fortuna lo llegaron a cambiar.
Del ahogao el sombrero dicen por ahí y eso hizo esta gente con turismo que les llegó a visitar.
Hoy es una zona prospera y naide lo va a recordar que una gran tragedia lo vivo a transformar.
Foto por Antonio Ruiz, fotógrafo sancarleño.