Por Henry Esquivel Monge, escritor sancarleño.
Hola como les va lleno. Hoy quiero contarles como son los negocios en mi pueblo.
Aste vera, ñor Genaro tiene una yunta e guelles guenisima y una carreta grande pa cargarla e leña que vende a dos pesos y anda por la calles ver quién se la compra.
-¡Llegó su leñita!¡ Bien picaa de guayabo, limón y canfín!-gritaba ñor Genaro.
-Vea aste ¿ A cuánto la lleva?- Pregunto oña María.
-Es a dos pesos muy guena la leñita y bien cargaa la carreta.
-Le doy un peso y dos gallinas pa que la juguemos los dos.
-Está bien oña María, me sirven pa que me den guevos pa comer, viera aste que guenos los guilas pa los guevos.
-Pos no se diga más, apeala allí por la troja, ahora Carlitos la mete.
Después de descargar los guelles,sale Genaro too contento, como perro con gueso nuevo, cuando lleva poco en el camino se encuentra a ñor Luis.
-Vendito sea Dio, que lo diviso, me dijo su mujer que andaba por estos rumbos.
-¿Y cómo pa que soy gueno? Aste dirá.
-Diay muchacho pa muchas cosas ,pero por agorita,pa venderme leña, no tengo plata, pero si frijoles y si aste quiere se los cambeo.
– Pos vea aste la leña ya la vendí, pero si me da un día le traigo una buena carreataa, le doy mi palabra.
-Diay no se diga más, su palabra vale y mucho ñor Genaro ¿Y que lleva ahí en ese saco?.
-Pos dis gallinas que se las tome como parte e paga a oña Maria.
-Se las cambeo por dos cajuelas de frijol, están recién aporreaos.
– Y no sale aste jodido.
-Aste no se preocupe por eso que frijol tengo bastante pero no tengo gallinas todavía.
– Pos no se diga más pase esas dos cajuelas de su carreta a la mía y llévese las gallinas.
Así una carga de leña salió en un peso y dos cajuelas de frijol.
Unas veces se gana y otras no, pero lo gueno del trueque es que cambeo por lo que tengo y plata casi no hay.
Gueno hasta acá se los dejo, pero si tienes algo que desde nenantes no ocupa otro lo puee ocupar y tu consigues algo que pueas necesitar.
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