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Con ayuda de asaltantes armados desde el exterior, alrededor de 575 presos escaparon de su prisión en el suroeste de Nigeria, en lo que fue la tercera fuga de este año en el país más poblado de África. Un funcionario de la cárcel dijo el sábado a The Associated Press que la fuga en la penitenciaría de Oyo, en el estado del mismo nombre, ocurrió el viernes por la noche.
La fuga aumentó la preocupación sobre la seguridad de los centros de detención en la nación africana donde las autoridades han tenido problemas para contener la violencia crecient. Un puñado de instalaciones de seguridad, especialmente comisarías de policía, han sido atacadas de forma parecida en el último año.
El vocero del centro correccional de Oyo, Olanrewaju Anjorin, contó a la AP que hombres armados atacaron el centro el viernes en la noche y que se abrió una investigación para revelar la magnitud de los daños.
Francis Enobore, del Servicio Penitenciario estatal, confirmó el incidente y dijo que estaba de camino al penal asaltado.
El ataque del viernes es el tercero del año en Nigeria, donde las fugas carcelarias son cada vez más frecuentes y la policía solo captura a una parte de los que huyen. El diario digital TheCable, con sede en Lagos, reportó en julio que al menos 4.307 personas se habían fugado de prisiones nigerianas desde 2017, según una recopilación de informaciones de prensa.
Sólo en 2021, más de 2.000 presos fueron liberados en dos fugas anteriores: el 13 de septiembre, cuando 240 presos fueron liberados después de que hombres armados atacaron con explosivos un centro de detención en el estado de Kogi, en el centro-norte del país, y el 5 de abril, cuando al menos 1.800 fueron liberados en el al sureste del estado de Imo cuando otra instalación también fue atacada con explosivos.
La mayoría de las fugas recientes en Nigeria parecen no estar relacionadas entre sí, aunque los ataques ocurrieron de manera similar: con el uso de explosivos. Las autoridades han logrado volver a detener a algunos presos fugitivos, a veces en estados vecinos, mientras que otros regresaron voluntariamente.
Buena parte de los prófugos siguen a la espera de juicio.
Un buen número de los que han escapado en esos ataques aún no han sido condenados y todavía están a la espera de juicio. Las prisiones nigerianas albergan a 70.000 reclusos, de los cuales sólo alrededor de 20.000 (el 27%) han sido condenados, según datos gubernamentales.