Por Henry Esquivel Monge, escritor sancarleño.
-Hola como les esta llendo a astees.
-Hoy amanecí echo leña, con un dolor de jupa, calentura y pringa pie y más mareao que aro de carreta.
– Mi tata me dijo que yo estaba muy fregao pero que eso agorita me lo arreglaba.
– Se fue pa la cocina y trajo manteca he chancho y comenzó a sobarme las manos. Yo me retorcía cada vez que me pasaba la mano y me sonaban las tripas feisimo.
-Después me dio un trago de hombre grande con gotas amargas, que me revolvió las tripas.
-Se me venio el rancho y fue arrojar y arrojar hasta quedar jelao. Pero un tiempo después estaba el hombre como un Toyota.
-La gente de agora no cree en esas cosas, pero es verdad que funcionan. Si se siente con dolor de panza, calentura y pringa pie , mejor busque quien lo sobe y verá que se cura rapio.
-Los aguelos eran muy sabios y estas carajaas si que las sabía de todas, todas.
Foto por Contracorriente.red