Por Henry Esquivel Monge, escritor sancarleño.
Hola como les jue, nenantes dialogaba con ñor Carico que hay cosas que ya no se ven, nenantes era común divisar los lunes y viernes el arrendar de chanchos, toitico atoyao de barro, a pata pelaa por esos caminos de puritica tierra bien encharcaos.
Con una varilla los arréaba y toos les hacían caso, siempre me pregunté si era algún embrujo que les hacía, porque era igualito, pero ellos comentaban que era puro saber como se comportaban.
En esos caminos de Dio naide metía un carro y traerlos en carreta era muy difícil , solo llegando a la Villa era que los montaban y los malandros en carreta y todavía iban chillando, claro, sabían que pa chicharrones es que los habían traído.
Desde el lao de boca tapaa y pital venía uno, otro de Santa Rosa y Cutris y de Arenal, Fortuna y Monterrey otro que venía.
La cosa no era fácil pero pa llevar algo que comer a la casa, lo hacían y algo de ganancia les dejaba, como no había mucha competencia, pa todos daba Dios.
Ya con esta me despio por hoy pa que vean como los tiempos van pasando, ya ese trabajito de que nenantes que queo olvidao.
Foto principal obtenida de Fotos Antiguas Costa Rica y su Historia (Erizo y Pochet)
Recuerden ya esta a la venta mi nuevo libro Mi Abuelo Toño, pronto disponible en el país les estaré avisando como adquirirlo, de momento solo por Amazon.