Por Henry Esquivel Monge, escritor sancarleño.
A que lindo eran aquellos tiempos, un catorce de febrero, naa que ver con ágora que son para vender cachivaches.
En mis grandes tiempos eso era otra carambaa, las guitarras y bandolinas eran desempolvadas, por toos lados sonaban las confizgaas.
Desde tempranito empezaba la cosa, ese día de los enamoraos, sacaba su mejor traje, bien engomao y un pañuelito blanco sin ningún bordao .
La futura novia, presintiendo su llegada, too lo había catrineao, hasta la mesa un mantel blanco había estrenao. Ya el suegro sabía, porque anticipaamente el muchacho se lo había comunicao.
Apenas caía la noche el espectáculo se había iniciao, una guitarra sonaba y un hombre cantaba, no importa si era un poco desafinao, pero con esa azaña cualquier mujer queaba pasmaa.
Después de un par de canciones bonitas que decían” sin ti, no podré vivir jamas” o bien “ por ti crusaria los mares ” entre otros versos bien engalanaos, la muchacha terminaba por dejarse el pañuelo de uno y el domingo por después de la misa se lo devolvían con el nombre de uno bordao.
Ya con esa seña usted estaba copado y de ahí de una a pedir su mano y lo nenantes posible ya estaba casao.
Hoy en día eso se ha olvidao, ya no se escuchan serenatas ni naide enamorao, solo se escuchan canciones que hasta mira uno pa otro lao , purititicas vulgaridades que no pueden ser dedicaas y de los románticos que damos flores, poqutiticos hemos queao, esperemos que esto no muera y siempre exitan pepiaos.
Feliz día del amor y la amistad.
Foto de San Carlos un Siglo de Historia en Imágenes: «Trío San Carlos. De 1947 a 1950. Jorge Molina Guzmán, Miguel Porras Hidalgo y Paulino Porras Hidalgo. [De la colección de Henry Porras González»