Medios nicaragüense informaron hoy que Erika Sugey Suárez Mendoza, de 25 años, vecina de Mulukukú en la costa Caribe de Nicaragua, nunca fue secuestrada por supuestos enemigos o delincuentes, como se había denunciado.
Esta mujer que hizo fue desaparecer con su expareja Holman Quintero Sánchez y luego enviarle fotos de ella a su padre, fingiendo estar amordazada. Exigía $1,000 a cambio de su «libertad.
De acuerdo a medios la farsa fue descubierta por la Policía Nacional después que Juan Isidro Suárez Luquez, padre de Erika, interpuso la denuncia que su hija había sido «raptada» el pasado lunes 21 de febrero
Tras hacer las investigaciones en el municipio de Mulukukú, la Policía encontró a Erika en una vivienda aparentemente abandonada, y se la entregó esta madrugada de jueves 24 de febrero a su papá, explicándole cómo ocurrieron las cosas