- Bacterias y hongos dan origen a bioinsumos los cuales son capaces de sustituir a los agroquímicos sintéticos.
- COOPEPIÑA R.L impulsa también la siembra de la fruta 100% orgánica.
Junio, 2022. Reducir el uso de plaguicidas, herbicidas y fungicidas a través de la aplicación de bioinsumos, es decir, productos fabricados a base de bacterias y hongos benéficos le permiten a la Cooperativa de Comercio y Servicios Múltiples de Productores de Piña de San Carlos (COOPEPIÑA R.L) reportar la reducción de hasta un 50% en el uso de agroquímicos sintéticos para el control de plagas y enfermedades. La cooperativa espera para el 2024-2025 alcanzar un 90% en reducción de los insumos sintéticos.
Desde el 2018, el enfoque de la cooperativa ubicada en Pital de San Carlos es promover un cultivo más sostenible con el ambiente, al punto que, en la actualidad se eliminaron las quemas con herbicidas post cosecha. En este sentido, luego de rastreado los restos de la plantación se reintegra a la tierra mediante aplicaciones con descomponedores de materia orgánica dando paso a un proceso de regeneración del suelo.
“El mercado ya exige menos aplicación de agroquímicos. La fruta va hacia mercados exigentes como el europeo y cada vez son más conscientes de la inocuidad de los productos, por lo que se busca que sean más sanos para el consumidor. Debemos adaptarnos al mercado, por esa razón es que hemos implementado técnicas más sostenibles con el ambiente”, asegura Alfredo Zamora, ingeniero agrónomo de COOPEPIÑA R.L.
Bacterias y hongos benéficos
A través de Nicoverde, empresa subsidiaria de Nicofrutta, con la cual COOOPEPIÑA R.L. tiene una alianza comercial para exportar la fruta a mercados en Europa, la cooperativa adquiere los bioinsumos, responsables de sustituir el uso de fungicidas, insecticidas y nematicidas de origen sintético.
Su producción se realiza en un laboratorio ubicado en Cuatro Esquinas, en Pital. Las responsables de dar vida a los bioinsumos son 11 bacterias y hongos benéficos, los cuales crecen y se multiplican a través del arroz. Entre los que se utilizan están: Trichoderma Harzianum, Beauveria Bassiana, Paecilomyces Lilacinus, Sacharomyces Cerevisae, entre otros.
Algunas de sus funciones son: Producir sustancias reguladoras de crecimiento y enzimas capaces de aumentar el desarrollo de raíces de los cultivos, eliminar insectos y plagas, proteger y estimular la absorción de los nutrientes, actuar en la descomposición de la materia orgánica del cultivo para posteriormente ser reincorporado al suelo, entre otros.
“Utilizamos arroz para la reproducción de los hongos. En ocho días ya se puede aplicar en campo. La forma correcta de hacerlo es lavando el arroz y el agua que queda es utilizada durante el riego de la cosecha. También producimos bioinsumos a través de bacterias, las cuales ayudan a aportar nutrientes a la fruta”, explica Noylin Rojas, gestora ambiental de Nicoverde.
Juan Carlos Céspedes, gerente del departamento de Educación y Capacitación del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) asegura que el modelo desarrollado por COOPEPIÑA R.L impulsa a otras organizaciones cooperativas a realizar de forma paulatina los cambios para la disminución de la carga química en los productos agrícolas. Además, agregó que el establecimiento de políticas a favor de la biodiversidad se lleva a cabo en conjunto entre el INFOCOOP, las cooperativas y la Alianza Mesoamericana para la Biodiversidad.
Piña orgánica
En ese afán por promover un cultivo más sostenible, COOPEPIÑA R.L también impulsa la producción 100% orgánica. A pesar del incremento en los precios de los insumos agrícolas por la actualidad mundial, los agricultores han notado un ahorro de la producción orgánica versus la tradicional.
“Tenemos una economía de un 50 a 60% fomentando el manejo sostenible”, asegura Joseph Salas, agricultor sancarleño quien en los próximos meses podría recibir la certificación
internacional que lo acredita como productor orgánico dándole la oportunidad de exportar de la mano de COOPEPIÑA R.L.
El cultivo de la piña 100% orgánico exige manejo de coberturas para que no crezca maleza, lo que implica el no uso de herbicidas, curvas a desnivel y mantenimiento del sustrato en el lugar indicado.
Comercio Justo
En el 2021, la cooperativa sancarleña registró la exportación de 300 contenedores a Italia, Suiza y Alemania. Actualmente, entre sus 33 asociados, vecinos de Pital, Aguas Zarcas y Río Cuarto, la cooperativa posee 280 hectáreas de piña y durante todas las semanas registra envíos a Europa. Además, posee la certificación FairTrade Internacional, relacionada al comercio justo.
“Comercio justo es un movimiento de producción sostenible el cual mediante una certificación fomenta la asociatividad de pequeños productores para que puedan comercializar la fruta de la forma más justa posible. Somos de las pocas organizaciones de Comercio Justo en Latinoamérica en Piña y tenemos la consigna de una mejora continua en el desarrollo de la cooperativa y así poder brindar una mejor calidad de vida al pequeño productor y sus familias”, amplia Adrián Rodríguez, gerente de COOPEPIÑA R.L.
La cooperativa también realiza campañas de reforestación en las fincas de los asociados y en toda la comunidad de Pital a través de especies nativas de la zona. Solo el año anterior sembraron 1000 árboles.
Sector cooperativo
En Costa Rica el movimiento cooperativo agrupa a cerca de 594 cooperativas y 887.335 cooperativistas, lo que representa el 21% de la población nacional, según cifras del IV Censo Nacional Cooperativo.
Las cooperativas están presentes en todos los sectores de la economía costarricense. Algunos de los principales aportes económicos son ¢132.000 millones en exportaciones, más de 33 mil personas beneficiadas con el transporte público, 708 mil personas beneficiadas con servicios
de electrificación, el 36.7% de la producción nacional de café y la generación de 21.632 empleos directos.