Con el fin de prevenir el ingreso de enfermedades exóticas al país, el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), del Ministerio de Agricultura y ganadería, realiza una vigilancia activa para detectar de manera temprana el ingreso de alguna enfermedad al territorio nacional.
En el caso de la producción avícola, SENASA cuenta con programas de vigilancia epidemiológica enfocados en las enfermedades de animales que puedan afectar la producción de huevos, abarcando desde pequeños productores para consumo familiar o local, hasta grandes empresas productoras. También, supervisa la presencia de residuos de medicamentos veterinarios y otros contaminantes en este alimento, con el objetivo de proteger la salud del consumidor costarricense y fortalecer la confianza de los países que importan este producto desde Costa Rica.
Para asegurar la inocuidad y sanidad de los productos avícolas, como el huevo, SENASA y el sector productor trabajan unidos, lo que ha permitido exportar ovoproductos pasteurizados a República Dominicana, El Salvador, Panamá y Guatemala.
«SENASA se ha esforzado en mantener la producción nacional libre de enfermedades como la Influenza Aviar y el Newcastle velogénico, de la mano con el sector avícola, el cual, siguiendo estrictos protocolos sanitarios, ha adoptado de manera responsable buenas prácticas productivas, consolidando una destacada posición en los mercados internacionales», señaló Luis Matamoros Cortés, director general del SENASA.
Datos del programa Nacional de Salud Aviar del SENASA revelan que en el país hay 491 granjas de gallinas ponedoras. Y según reportes de la Cámara Nacional de Avicultores (CANAVI), el sector produce alrededor de 3.350.000 huevos diariamente.