Don Juan Rafael Porras Ronzoño es otro de los grandes “robles” del cantón, su vida ha estado marcada por el trabajo y sacrificios a lo largo de casi 100 años de vida.
Mayra Rojas Barquero del Grupo Presevador de las Tradiciones Sancarleñas, recopiló parte de la vida de este gran hombre.
DON JUAN RAFAEL PORRAS RONZOÑO
Nació el 07-02-1924 en la abundancia de Ciudad Quesada , desde corta edad perdió a sus Padres : Pedro Porras Cambronero y Romelia Ronsoño Umana , a la edad de 14 años su madre falleció . Teniendo que enfrentar momentos difíciles en su adolescencia .
Actualmente reside en Ciudad Quesada , cuenta con 99 años y 8 meses ,casado el 15-01-1951 con Doña Zelmira Mora Barrantes ,hija de Maclovio Mora Rodríguez y Fidelina Barrantes Oviedo , Doña Zelmira falleció el 07-08-2021, de esta relación procrearon 17 hijos , 05 de ellos fallecieron en el parto y dos ya adultos los cuales gozan de la presencia del Señor.
Comparte al lado de sus 10 hijos. María Isabel, Juan Pedro, Marlene, Georgina, Eugenia, Rosibel, Rafaela, Lorena, Segundo y Romelio , tiene 35 nietos y 51 bisnietos .
Tanto Don Juan Rafael como Doña Zelmira son considerados por su familia como excelentes Padres, Abuelos y Bisabuelos. » Expresan sentir gran orgullo por los Padres que Dios les dio».
Por información de su hijas Eugenia y Rafaela ,”su mamá fue la mano derecha de su papá , con mucho esfuerzo y valentía lograron sacar adelante a la familia, sus Padres siempre estuvieron juntos en las buenas y en las malas hasta que la muerte los separo : “ papá trabajo muy duro en trabajos del campo : laboro en las bananeras de la zona sur, en quebrada azul de Florencia en el ingenio del Sr . Arnoldo Chavarría.
Cuenta también que jalaba mercadería en carreta desde Florencia pasando por Buena Vista, hasta llegar a Naranjo , donde la comercializaban : ese recorrido se llevaba varios días en bueyes ,porque los bueyes tenían que descansar .
Don Juan Rafael también Arriaba cerdos desde puente casa hasta Naranjo con el recordado Don Vitelio Arroyo, según su hijo Romelio su papá le conto “ que cuando los cerdos se cansaban mucho, se caían y comenzaban a patalear, entonces llevaba limones y naranjas agrias y un puño de sal ,les ponía un puño de sal dentro del las orejas y les exprimía el limón o la naranja y les frotaba el carruchero , los dejaba un ratito para que se refrescara y el chancho volvía a caminar “ , el iba con la arriada de los cerdos , acompañando a los boyeros porque era pequeño y no tenía yunta de bueyes , las yuntas hacían una parada en Zapote, otra en Zarcero y luego seguían hasta Naranjo.
Posteriormente, con la familia unos grandes y otros pequeños. Compro una finca en San Gerardo de Cutris , donde vivió varios años, hasta que llego la oportunidad de irse con los hijos mayores para San Rafael de Pocosol, en ese tiempo las tierras eran libres , se abrían brechas enfrentando grandes desafíos y peligros .
En esas montañas perdieron a uno de los hijos , al caerle un árbol , su Padres a pesar de su dolor lograron seguir adelante .
Don Juan Rafael siempre fue amante de la Yunta de bueyes, nos relata su hija Eugenia , “que desde muy pequeño ya amansaba a estos animalitos que eran el medio de transporte : era tanto el amor por las yuntas de bueyes que el mismo amanzo una yunta de terneros que los hizo grandes ejemplares. El con sus propias manos hizo un yugo, le quedó bien hecho , indica que su “Papa ha sido todo terreno”.
Dedico parte de su vida a la agricultura , se dedico por mucho tiempo a trabajar con su yunta de bueyes , el con los bueyes araba la tierra , rastreaba la tierra con bueyes ,jalaba tucas enormes de árboles , para sacar agricultura ,los cerdos los llevaba a la plaza . laboro con bueyes desde 1974 hasta el 2000 que mantuvo su yunta de bueyes.
Don Juan Rafael disfrutaba con sus nietos, cuando llegaban era la diversión , montarse en la carreta de bueyes y pasearlos por toda la finca .
Lo que no le salía muy bien era ordeñando las vacas , recuerda que una vaca recién parida lo revolcó y ella y una hermana lo rescataron , siendo todavía muy pequeños .
Según su hijas Eugenia Y Rafaela eran tiempos con sus altibajos , pero muy lindos; que jamás volverán
Don Juan Rafael, a sus 99 años , es un gran ejemplo de trabajo, labora en su terreno, limpia la manzana , y siembra : fruta de pan, castañas, plátano, entre otras cosas, su fiel compañera la pala. Se mantiene jovial, con excelente lucidez mental, bailarín , ameno con sus historias de vida, sencillo, humilde, trabajador , dedicado a su familia, amigo de hacer el bien . disfruta de una excelente calidad de vida.
En este año en el día de las Tradiciones Sancarleñas , recibió un reconocimiento por su aporte como voyero , por su longevidad y por su espíritu de trabajo y su calidad de vida
Mil gracias por su laboriosidad , entrega
a su familia y por ser un modelo de vida para la futuras generaciones .
MRB 15 mayo 2023 GRUPO PRESERVADOR DE TRAD