- En aproximadamente 8 meses no se ha registrado presencia de caracoles vivos.
- Autoridades mantienen estricta vigilancia ante la llegada de las lluvias, ya que la alta humedad genera condiciones óptimas para el incremento de actividad biológica del caracol.
Las labores de vigilancia y monitoreo permanente del caracol gigante africano (Lissachatina fulica), han permitido que en casi 8 meses no se registren hallazgos de este molusco vivo dentro de la zona del brote, en Currubandé, Liberia, Guanacaste, ni en las zonas de contención.
Esto según un informe reciente del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Para este 2024 se continúa con eliminación de escombros para evitar que sirvan como resguardo para el caracol gigante africano, así como control de malezas e inspecciones nocturnas.
Es importante indicar que con la llegada de las lluvias las autoridades mantienen una exhaustiva vigilancia ya que la humedad genera condiciones idóneas para la mayor actividad biológica del molusco, afirmó Nelson Morera Paniagua, director del SFE.
Durante el 2023 solamente se encontraron 5 caracoles vivos y se realizaron más de 1000 inspecciones dentro del anillo de contención, lo que representa un área muestreada de aproximadamente 270 hectáreas.
En tanto que de noviembre del 2023 hasta la última inspección de junio de este año no se ha encontrado ningún caracol vivo.
La labor realizada por las autoridades fitosanitarias del MAG y con el apoyo de los recursos aportados por el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) ha dado grandes resultados, acercándonos a lograr el objetivo que es la erradicación del brote de caracol gigante africano, señaló el funcionario.